Otro de los acusados en el caso de la valija en Miami, el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello, se declaró culpable y aceptó haber participado de una maniobra para silenciar a Guido Alejandro Antonini Wilson sobre el origen y destino de los 800 mil dólares que le incautaron el año pasado al llegar a Buenos Aires. Es el tercero de los cinco imputados que pacta con la fiscalía para colaborar con la investigación y obtener una pena reducida. El juicio, en definitiva, pende de un hilo. Sólo uno de los detenidos, Franklin Durán, enfrentaría las audiencias orales, cuyo inicio fue postergado para el 2 de septiembre. Un quinto hombre sigue prófugo.

Wanseele Paciello está preso desde diciembre último junto con tres venezolanos. El fiscal Thomas Mulvihill les imputa haber actuado como agentes encubiertos del gobierno de Hugo Chávez en territorio norteamericano para presionar a Antonini. El uruguayo parecía el menos comprometido, ya que no había mantenido por sí mismo encuentros con Antonini, sino que hizo contrainteligencia en una reunión del “valijero” con un emisario. Su defensora oficial lo presentaba como un empresario azarosamente involucrado en el caso. Incluso un juez le había concedido la libertad bajo fianza. Pero en febrero último le revocaron el beneficio cuando Mulvihill presentó pruebas que mostraban que había mantenido fluidas comunicaciones con agentes de inteligencia de Venezuela.

La “base factual” donde figuran las pruebas que la fiscalía tendrá contra el uruguayo dice que él mismo admitió sus contactos con agentes de la Disip (central de inteligencia venezolana), quienes a su vez le indicaron que recogiera a José Antonio Canchica Gómez en el aeropuerto de Miami y lo llevara a la reunión con Antonini. Canchica es el prófugo.

Los dos venezolanos que ya se declararon culpables son el empresario Carlos Kauffman, ex socio de Antonini, y Moisés Maionica, un abogado que fue enviado especialmente desde Venezuela para presionarlo y asegurarle que la petrolera Pdvsa le daría cobertura económica. La lectura de sus respectivas sentencias fue reprogramada varias veces. Maionica oirá su sentencia el 2 de junio y Kauffman diez días después. A Wanseele Paciello le llegará el turno el 14 de julio.

Mientras tanto, la fiscalía los seguirá exprimiendo para que colaboren con la investigación y declaren en el juicio. De hecho, de lo que aporten depende en gran medida la reducción de sus respectivas penas. Se los acusa de delitos que implican hasta 15 años de cárcel. Con el acuerdo de culpabilidad podrían ser bastante menos, tal vez entre 2 y 5 años.

El único que iría a juicio es Durán, un multimillonario ex socio y amigo de Antonini Wilson. Igual que los otros cuatro imputados, Durán fue grabado y filmado por Antonini en acuerdo con el FBI. En la “base factual” que la fiscalía presentó con relación al uruguayo, hay un pormenorizado detalle del papel de Durán: aparece como el organizador de la conspiración siguiendo instrucciones de la Disip y en contacto frecuente con el Ministerio de Justicia de Chávez. En Venezuela, dice la fiscalía, tuvo reuniones para discutir la documentación falsa con la que se ocultaría el origen de los 800 mil dólares. Del mismo documento se desprende que Kauffman y Maionica vienen aportando datos que lo dejan muy mal parado.

Durán sería quien mencionó que el dinero era para la campaña presidencial de Cristina Kirchner. Antonini es un testigo clave contra su ex amigo, quien desde hace un tiempo amenaza con revelar información comprometedora para el valijero. Para el juicio falta demasiado: la nueva fecha es el 2 de septiembre. Antes puede pasar de todo. Así fue desde diciembre hasta ahora.