Después de las manifestaciones de malestar de algunos radicales K con el Gobierno, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, los recibió ayer para un almuerzo que duró más de tres horas. Fernández escuchó las preocupaciones del grupo de gobernadores, diputados y dirigentes por el conflicto con el campo, la “peronización” de Néstor Kirchner y la falta de llegada a la Casa Rosada. El saldo, aseguran, fue positivo: hoy el vicepresidente Julio Cobos verá a Kirchner y la semana que viene o la próxima los recibirá la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Además, los presidentes de los bloques de la Concertación en ambas Cámaras se juntarán quincenalmente con el jefe de Gabinete para tratar la agenda legislativa. El gran ausente fue el gobernador de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral, que la semana pasada anunció su ruptura con el kirchnerismo (ver recuadro).

Aunque la relación con los radicales K venía con cortocircuitos desde hace tiempo, todos los comensales salieron satisfechos del almuerzo. Uno de los principales puntos que se trató fue la estrategia política que podría trazar Kirchner como presidente del Partido Justicialista. Los radicales estaban preocupados ante la posibilidad de que el matrimonio presidencial decidiera “recostarse” en el PJ y se alejara la Concertación.

Sin embargo, Cobos le aseguró a Página/12 que “la idea de Kirchner es ordenar partidos políticos y luego llevar al justicialismo a la Concertación”. Al menos eso fue lo que les transmitió el jefe de Gabinete. Habrá que ver cuál será la influencia que tendrán los radicales K dentro de ese armado. “No nos interesa ser una parte pequeña del PJ, queremos ser socios, tal vez menores pero socios”, anticipó el intendente de Junín, Mario Meoni. Con la idea de ratificar la vigencia del espacio, los radicales invitarán al ex presidente a participar de un plenario del sector que sería en 20 o 30 días.

“Fue una extensa e interesante reunión. Francamente, creo que hemos iniciado un proceso y una etapa de diálogo”, le dijo a este diario el subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Horacio “Pechi” Quiroga. El funcionario consideró que la experiencia de la Concertación es “una prueba muy exigente” y que todavía están “en un período de aprendizaje”. De esta manera justificó los desencuentros que se produjeron tras el conflicto con el campo, que puso en apuros a más de un mandatario en su pago chico. Un dirigente que participó del almuerzo aseguró que la postura general es a favor del Gobierno en relación al enfrentamiento con el sector agropecuario, pero que pidieron que se haga “con menos ruido y más diálogo”.

Almorzando con Fernández estuvieron también los gobernadores de Santiago del Estero y Río Negro, Gerardo Zamora y Miguel Saiz; un grupo de intendentes radicales de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba y los diputados Daniel Katz y Genaro Collantes.

Informe: Sebastián Abrevaya.