El entusiasmo por los nutridos actos del fin de semana pudo más que la cautela. Por eso ayer mismo, desde el comando de campaña menemista, se apresuraron en soltar el anuncio: Carlos Menem buscará llenar un estadio de fútbol el próximo 17 de octubre. Al ex presidente se le planteará así el gran desafío de pisar fuerte en la Capital Federal, un distrito que históricamente le fue adverso.
La idea se barajó entre cuatro paredes. Y si bien aún está en plena gestación, sus organizadores lo dan como un hecho. “Estamos definiendo el estadio. El 17 cae jueves y esperamos que no habrá partidos ese día. Pero la decisión ya está tomada”, señaló a Página/12 el ex legislador Javier Mouriño.
Se pensó en la cancha de River y también en la de Vélez, aunque no descartaban otros estadios alternativos. Sea donde fuere, el gran objetivo será hacer pie en la Capital y lograr la atención de los porteños con una campaña que apunta a contrastar la actual crisis con la “estabilidad” de los 90. No es novedad: el menemismo atestó las calles de afiches haciendo ese parangón.
El acto programado para el 17 busca disputar el electorado del PJ: el duhaldismo bonaerense convocó para ese mismo día a una cumbre en Necochea; José Manuel de la Sota quiere realizar en la fecha emblemática del peronismo una convocatoria masiva, también en una cancha de fútbol; y Néstor Kirchner ya anunció un acto en el estadio de Ferro. Adolfo Rodríguez Saá, en cambio, no dio pistas de lo que hará.
La idea del menemismo terminó de tomar forma tras los actos que el ex presidente realizó en La Matanza y Córdoba, el sábado y domingo últimos. Los dos lograron una importante concurrencia –amén de las denuncias de “adherentes pagos”– y no registraron aquellos incidentes a los que Menem ya se había hecho habitué, como los escraches.
En el comando de campaña menemista ayer fue todo algarabía. Eduardo Menem, Eduardo Bauzá, Lelia Chaya, Claudio Sebastiani, Alberto Tell y el propio Mouriño, entre tantos otros, mostraban el pecho hinchado por el resultado de los actos, a los que consideraron verdaderos puntapié de la campaña “Menem 2003”.
Pero la alegría quedó reflejada especialmente en el rostro de Alberto Pierri, coordinador de campaña en el distrito bonaerense y ex amo y señor de la populosa Matanza. Tanto es así que fogoneó para mañana un encuentro de dirigentes de la tercera sección electoral en Lanús para la organización de la interna partidaria.
La movida, de todos modos, no terminará de blanquear el apoyo de intendentes y jefes comunales. Más que por indecisión por precaución: nadie jugará sus fichas hasta que se perfile un ganador. Y en la provincia la disputa está polarizada entre Menem y Rodríguez Saá.
El ex presidente analizará hoy con Pierri los futuros pasos en la confortable casona que su amigo Armando Gostanian posee en el country Armenio, en la localidad bonaerense de Pilar. Hasta allí se trasladó ayer junto a su esposa, Cecilia Bolocco, tras haber compartido el acto –y el palco– en el Superdomo de Córdoba.
Lo que ya parece inamovible es el acto de Rosario de este viernes, en la obra del puente Rosario-Victoria que se inició durante la gestión menemista pero que aún no fue terminada. La travesía incluirá un encuentro con Carlos Reutemann. Pero los laderos del ex presidente quieren bajarle el tono a esa cumbre. Dicen que será una de las tantas que mantuvo el gobernador santafesino con distintos pretendientes a suceder a Eduardo Duhalde en la Casa Rosada.
Seguramente el ex presidente no le ofrecerá la candidatura a vicepresidente, como sí lo hizo su sobrino Eduardo “Lule” Menem hace pocas semanas atrás, cuando lo visitó en su campo de Llambí Campbell. El tema, de todos modos, estará latente. De hecho, ayer mismo una versión convirtióal gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, en un firme aspirante a integrar la fórmula.