Un grupo de sobrevivientes y familiares del centro clandestino de detención El Vesubio manifestó su preocupación por la demora en los juicios por delitos de lesa humanidad al Tribunal Oral Federal 5 y a la Corte Suprema de Justicia y reclamó que se tomen medidas para evitar la dispersión de las causas judiciales y la repetición de testimonios en distintos juicios por los hechos en un mismo centro de detención. “Nos resulta absurdo el hecho de que se haya dispuesto la apertura de un juicio oral para el 14 de agosto de este año, donde se juzgaría a dos jefes responsables (coroneles Gamen y Durán Sáenz) de un amplio territorio por un único caso: el de Eduardo Jaime José Arias”. Pidieron que en esa fecha se juzgue la totalidad de los crímenes cometidos en ese centro.

Los sobrevivientes destacaron en su misiva a Sus Señorías que “es inútil el dispendio jurisdiccional que significa que todos los testigos declaren por un solo caso” y que “demuestra que no existe ninguna coordinación en el Poder Judicial a fin de poder concentrar en una misma audiencia todos los casos de personas que han compartido el campo de exterminio”. Remarcaron que esta medida permitiría una mayor velocidad en los procesos, pero también dejar en claro que las vejaciones respondieron a “un plan sistemático aplicado en todo el país”.

Los querellantes también advirtieron que la demora judicial es “sinónimo de privación de justicia” y además recordaron que las causas “vieron obstruido su avance sobre las leyes de impunidad”. “Veintitrés años después del Juicio a las Juntas, cuando nos disponemos a participar en el juzgamiento de los represores que estuvieron ascendiendo en sus cargos, la dispersión de las causas procesales hace temer que la morosidad que de ella derive impida el oportuno juzgamiento de los individuos responsables”, advirtieron.