La Junta Ejecutiva nacional del ARI intervino el partido en Santa Fe, uno de los tres distritos con una conducción disidente, junto con Mendoza y Tierra del Fuego. Designó como interventores a los lilitos Fernanda Reyes y Maximiliano Ferraro. “Fue por las irregularidades en el distrito y, en términos más políticos, porque no respetaban los lineamientos del ARI a nivel nacional”, explicó Ferraro a Página/12, en referencia a que la conducción de Santa Fe rechazó incorporarse a la Coalición Cívica. Entre las irregularidades, Ferraro mencionó que en la previa a la elección interna el sector lilista presentó tres mil afiliaciones, pero fueron rechazadas por la conducción de la disidente Alicia Gutiérrez, que señaló que eran “fichas truchas”. Los lilitos habían pedido un amparo a la Justicia Electoral, que finalmente se los denegó. Curiosamente, la intervención salió el mismo día en que el juez rechazó esa medida. “Es una intervención netamente política. No hay ninguna irregularidad. Lo que ocurre es que no hay espacio para disentir con los dictados de Carrió”, replicó Gutiérrez ante este diario. “Nuestras diferencias comenzaron a gestarse hace dos años, con la entrada de Patricia Bullrich y Alfonso Prat Gay, pero a nivel provincial, porque en ese momento Carrió se oponía a un acercamiento a Binner”, recordó Gutiérrez. Los disidentes, ahora expulsados de la conducción, se presentarán ante la Justicia.