Hebe de Bonafini está curtida en cuestiones de intimidaciones varias. Sin embargo, agradece cada gesto de solidaridad recibido tras la agresión de dos desconocidos frente a la casa de su hija Alejandra. “Hay un tufillo a golpe, no quieren que los juzguen, no quieren distribuir la riqueza, no quieren a este gobierno”, razona la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo cuando Página/12 le pregunta a qué atribuye la nueva amenaza de muerte. Más allá de hacer la denuncia, Bonafini rechaza cualquier tipo de custodia. “Si no mirá a los de los countries, los matan y les roban igual”, dice.

“Estamos hartos, vamos a matar a tu mamá”, le dijeron por el portero eléctrico a su hija, que vive en La Plata, en plena madrugada de ayer. A la mañana, cuando Alejandra salió hacia su trabajo, observó que frente a la puerta de su domicilio, al que se había mudado recientemente, había “un hombre pelado y otro adentro de un auto con vidrios polarizados”. Bonafini recuerda que en mayo de 2002 su hija fue amenazada y torturada por desconocidos. “Está cansada, hace seis años le pasó lo mismo”, dijo la dirigente de las Madres. “Todo lo que hacemos las madres les ha jodido y la forma de atacarme es atacar a mi hija, ir a la casa de mi hija. Esto es muy grave”, sostiene Bonafini. “Nos metimos mucho con el tema de los chicos que viven en estado de esclavitud en Pilar, con abogados y denuncias profundicé el asunto y los tipos de la provincia de Buenos Aires, el ministro de Trabajo y el de Asuntos Agrarios no quieren cerrar 20 empresas en las que está todo comprobado, nos dicen que ahora los pibes tienen colchoncitos y no hay más moscas. Es increíble”, explica. Este diario quiso saber si las amenazas habrían tenido que ver con estas denuncias. “Hay muchas denuncias que hacemos las Madres, pedimos que se aceleren los juicios, que no desfilen más testigos, con lo que hay alcanza para juzgarlos, abrimos un espacio cultural en la ESMA. Todo eso molesta”, responde con su habitual vehemencia.

La amenaza hacia Bonafini se produce dos días después de que el titular de la Casa de la Memoria de Zárate, Juan Evaristo Puthod, fuera secuestrado y amenazado de muerte durante 27 horas. ¿Acaso ve Bonafini alguna vinculación entre la amenaza que recibió y este hecho? “No lo sé, no creo. Puthod estaba organizando el homenaje a (Osvaldo) Cambiasso y (Eduardo) Pereira Rossi, que me parece fantástico. Pero acá hay algo más, hay gente del campo, la derecha que se junta en Rosario, (Cecilia) Pando que va a pintar la plaza, no quieren a este gobierno”, contesta. Página/12 le pregunta cómo es posible que la política de Estado sobre derechos humanos y juzgamiento a represores no tenga capacidad de detectar y prevenir estos hechos, de identificar a los que amenazan. “Es que todavía tienen todo en sus manos, no están presos, la policía bonaerense es de lo peor, sacan a uno y ponen a otro peor. Además, mucha gente cobra sueldos altos y no cumplen con su función. Estoy feliz por la liberación del compañero pero no agarraron a quienes lo secuestraron”, dice Hebe de Bonafini. “Hace 31 años que las Madres sabemos que la única lucha que se pierde es la que se abandona. ¡Ni un paso atrás!”, agregó parafraseando el comunicado que emitió la Asociación.

Desde el kirchnerismo, distintos referentes y funcionarios hicieron conocer su repudio a las amenazas denunciadas por Bonafini y su familia, entre los que figuraron el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli (ver aparte); el titular de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D’Elía, y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. “Los que amenazaron a Hebe de Bonafini son los mismos que secuestraron a Juan Puthod y a (Jorge Julio) López, y tratan de reinstalar en Argentina la época del temor y del miedo”, aseguró Carlotto, y opinó que estos hechos son producto de “una avanzada de los mismos grupos que actuaron durante mucho tiempo y le han causado tanto daño al país”. Según la titular de Abuelas, “indudablemente intentan meternos miedo y tratan de intimidarnos, pero no lo van a conseguir”.

D’Elía hizo público su rechazo y manifestó su deseo de que “la derecha no vuelva a utilizar viejas recetas que tanto daño le han hecho a la democracia y la libertad de los argentinos”. En un comunicado, el piquetero kirchnerista expresó: “Repudiamos total y absolutamente las amenazas vertidas por voces anónimas a la compañera Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y nos solidarizamos con ella y su familia”. Mientras dialogaba con este diario, Bonafini siguió recibiendo muestras de solidaridad, como un mecanismo que se activa en estos casos en forma automática pero no por eso menos necesario. “Siempre es bueno recibir la solidaridad”, confesó la dirigente.