Como a San Lorenzo en la Libertadores, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le viene saliendo mejor jugar de visitante que de local. Así que es lógico que en la Casa Rosada aguarden con expectativa el inicio de la cumbre de jefes de Estado de América latina, el Caribe y la Unión Europea, que se realizará entre el jueves y el sábado que viene en Lima, Perú. Allí, la Presidenta ya tiene agendados encuentros bilaterales con el español José Luis Rodríguez Zapatero y, casi con seguridad, la alemana Angela Merkel, tendrá oportunidad de pronunciar un discurso sobre pobreza y desigualdad –uno de los temas en los que más viene insistiendo de cara al 25 de mayo– y asumirá la presidencia que le corresponde al continente en esta cumbre, que se reúne cada dos años. Lejos del humo, las cenizas y el campo, los aires de Lima seguramente resultarán para la Presidenta más respirables que la enrarecida atmósfera local.

Más que avances concretos, en los últimos tiempos lo que se espera de este tipo de encuentros es que se genere un ámbito necesario para que los presidentes se relacionen. Más todavía si se trata de un ámbito como el de las cumbres ALC-UE para la que ya 45 jefes de Estado confirmaron su asistencia, varios de los cuales casi ni se conocen entre sí. La anterior cita fue hace dos años, en Viena, todavía recordada por la fulgurante aparición en bikini de comparsa de Evangelina Carrozzo, en la más original protesta contra las papeleras.

Con las relaciones comerciales empantanadas desde hace añares por la cuestión de los subsidios agrícolas en la llamada Ronda de Doha, la temática del encuentro se presenta variada: medio ambiente, programas sociales, migraciones y ahora se está hablando mucho también de la crisis alimentaria como otro de los puntos a tratar.

A Cristina Kirchner le tocará exponer el viernes en la mesa número uno, en la que Rodríguez Zapatero será moderador y Merkel otra de las panelistas. El tema convocante: “Pobreza, desigualdad e inclusión”, muy al paladar de la Presidenta. El reparto de las mesas era algo que esperaban el viernes en Cancillería para evaluar las posibilidades de armar encuentros bilaterales. La confirmación de que compartiría la exposición con Merkel permitió avanzar en la organización de la reunión. La canciller alemana llega con muchos bríos a la cumbre, acusando a Europa de haberse olvidado de América latina por concentrarse en Asia, mientras los propios asiáticos, con China a la cabeza, “descubrían” América. Con todo, Merkel no está en condiciones de tirar la primera piedra: será la primera vez que pise América latina desde que asumió como canciller. Además de Perú, visitará Colombia, Brasil y México, se entrevistará con la chilena Michelle Bachelet y todo indica que con Cristina. Ambas ya se vieron en Berlín en septiembre del año pasado y en aquel entonces Merkel dijo que le gustaría que se volvieran a encontrar en Lima. Un comentario intencionado porque todavía faltaba un mes para las elecciones presidenciales.

La bilateral con Rodríguez Zapatero ya había sido acordada por el canciller Jorge Taiana cuando recibió días atrás a su par español Miguel Angel Moratinos.

Uno de los temas que probablemente figure en ambos encuentros será el de la deuda de alrededor de 6500 millones de dólares que Argentina mantiene con el Club de París. España quiere ayudar, Alemania es el principal acreedor. La situación de las empresas de capitales españoles en el país podrá surgir en el encuentro con Zapatero, pero la situación creada en Aerolíneas Argentinas, la más conflictiva de ellas, parece encaminada.

Ayer seguían los contactos con otras delegaciones para armar nuevas reuniones, pero no había nada cerrado. “Encontramos muy buena predisposición, pero la dificultad pasa por arreglar los horarios”, explicaban en la Cancillería. Los presidentes estarán a lo sumo un día y medio en Perú y deben encontrar huecos entre las actividades ya pautadas.

Lo que sí se estimaba era que los presidentes del Mercosur realizarían alguna presentación conjunta, posiblemente un “desayuno de trabajo”. Hasta el momento, la Unión Europea tiene firmados acuerdos de asociación estratégica con Brasil y con México y el plan es ampliarlos a la Comunidad Andina y el Mercosur.

En la Cancillería armaron un plan que esperan coronar con éxito. Quieren que esa alianza estratégica entre el Mercosur y Europa se firme en el primer semestre de 2010. Por entonces Cristina Kirchner aún mantendrá la presidencia de América latina que asumirá la semana que viene en Lima, mientras que el gobierno de Rodríguez Zapatero tomará la conducción de la Unión Europea, en el turno que le corresponde a España. Así, ambos aparecerán en primer plano en la firma del trascendente acuerdo, justo en el año del Bicentenario. Como para ponerle un moño.