El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, tuvo más suerte que su segunda, Gabriela Michetti, en el programa de Mirtha Legrand. A la vicejefa se le atragantó el almuerzo cuando tuvo que responder a las críticas de la conductora por los baches y a los cuestionamientos a la administración de la ciudad lanzados por otra comensal de ese día: Elisa Carrió. Con Macri, en cambio, fueron todas flores: “Al campo no le dan la plata y a ustedes no les dan la policía”, sonrió Mirtha. El líder de PRO, incluso, se animó a contar una anécdota: dijo que iba en su auto y vio que el conductor de adelante tiraba un paquete de cigarrillos por la ventanilla. Macri –según contó– le tocó bocina y le gritó: “Eso, no”. De acuerdo con el jefe de Gobierno, el otro conductor frenó, recogió el atado y lo alcanzó con el auto para mostrarle que había cumplido. Un envidiable poder de mando...
Luego de la ofensiva de afiches kichneristas proclamando “Clarín miente”, que inundó la ciudad, la Coalición Cívica salió a contraatacar. Más específicamente, la pegatina la emprendió la agrupación Jóvenes por la Igualdad (JXI), que lidera el legislador Facundo Di Filippo. “Kirchner miente”, dice el contraafiche cívico, que aclara que el ex presidente “no distribuye la riqueza, roba con la obra pública, saquea los recursos naturales”. La mayoría fueron pegados en estaciones de trenes y micros. Pero duraron lo que un suspiro antes de que ciertas manos los arrancaran.
El ministro de Desarrollo Social porteño, Esteban Bullrich, ya está haciendo las valijas para dejar ese cargo y volver a la Cámara baja. Entre los funcionarios que quedan, pensaba dejar frente a la Unidad Ejecutora Social a Federico Angelini, un joven militante rosarino de Recrear. Sin embargo, al pollo de Bullrich ya le surgió competencia: ese lugar sería para la esposa del presidente de Recrear Capital, Enzo Pagani.
En el acto que encabezó en Mar del Plata el sábado pasado, Elisa Carrió les dejó a los asistentes un acertijo. Si el lector lo desentraña, sabrá qué es lo que va a pasar con el país. “Decía Borges en una poesía que Dios es un hombre oriental, que le gusta transitar por arrabales últimos. Cuando empieza a transitar las calles, transita el alma de la gente”, refirió la líder de la Coalición Cívica que por estos días recorre las rutas. “Yo aprendí que el mundo y la vida son un juego y que sólo hay que decidir dónde jugamos”, continuó. Y, por último, para ser más clara, recurrió a una parábola: “Cuando el pueblo judío sale de Egipto, esa noche comieron cordero y una hierba agridulce. Lo agridulce tiene el sentido de recordar la opresión y, sobre todo, recordar que la libertad es un trabajo duro, que tiene lo amargo y lo dulce. A fines de mayo, vamos a tener momentos de inmensa alegría y alguna amargura. Lo importante es no regresar a Egipto”. La solución ¿en el próximo número?
Aunque no circulaba alcohol en el cóctel con el que el bloque PRO presentó su página web, el jefe de esa bancada, Federico Pinedo, estaba inusualmente desinhibido. Mientras degustaba sanguchitos de jamón crudo y empanaditas, se le oyeron varios chistes. Por ejemplo: “Con esta web, demostramos que el diputado De Narváez sabe escribir”. O bien, cuando el demócrata Omar De Marchi llegó tarde: “Lo que pasa es que viene caminando desde Mendoza”. “El Movimiento Evita usa los colores del anarquismo, no del peronismo”, observó el diputado macrista, cuando cuestionó la campaña oficialista de afiches contra el diario Clarín. Alguien comparó la pelea entre el Gobierno y el campo con la serie Bonanza y Pinedo no se quedó atrás. “Bonanza, sí. Y te puedo ganar: Cuero crudo”, se sumó con un toque del pasado remoto.
Aprovechó el feriado del 1º de mayo y se fue a Pinamar. El sábado 3, a la tarde, el camarista platense Alberto Ramón Durán estaba disfrutando del vértigo de su cuatriciclo sobre los médanos cuando el vehículo se le fue de control. Quedó ruedas para arriba, aplastando su cuerpo. El juez terminó internado en el hospital, con la cuarta y la quinta vértebra lumbar lastimadas y varias fisuras en las costillas. Hombre atlético y sarmientino, no quiso pedir licencia, por lo que sus familiares, que trabajan en su despacho, deberán llevarle los expedientes a su lugar de convalecencia y recuperación. Dicen las malas lenguas que no es el primer funcionario vinculado con el caso Julio López que sufre un contratiempo.
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