“Luche y vuelve.” La consigna es peronista, pero ahora la aplican algunos radicales. La Junta Coordinadora Nacional cumplió 40 años y los quiere festejar retomando las riendas del partido. Los entonces jóvenes dirigentes que formaron la histórica Coordinadora se juntaron este fin de semana en Santa Fe –encabezados por Luis Changui Cáceres– para homenajear el nacimiento de aquella línea interna de la UCR que se fundó en 1968 y fue uno de los pilares de la presidencia de Raúl Alfonsín. Con la caída de la popularidad del kirchnerismo, los radicales creen que es un buen momento para recuperar el centro de la escena. Ante este avance, la conducción nacional ya se declaró en “alerta”, pero los ex integrantes de la Coordinadora no se van a detener. El próximo paso será el 9 de noviembre, cuando volverán a reunirse.

Freddy Storani y Leopoldo Moreau, en la provincia de Buenos Aires; Enrique “Coti” Nosiglia, Marcelo Stubrin y Facundo Suárez Lastra en la Capital Federal; el Changui Cáceres en Santa Fe. Todos esos integrantes de aquellos años de esplendor del radicalismo hoy están fuera de la conducción nacional de la UCR. Algunos por decisión propia, otros por su “desgaste” en gobiernos que no terminaron su mandato o, simplemente, porque se manejan mejor “en las sombras”. Sin embargo, quieren deshacerse de la nostalgia y, aunque no lo dicen oficialmente, están reagrupándose en busca del protagonismo que supieron tener.

“Agarré, me exprimí las neuronas y empecé a sacar nombres. Llamé a viudas, a esposas abandonadas que me insultaron, pero al final volví a armar toda una trama, una telaraña con la gente de esas generaciones”, relata el Changui, que desde un mes y medio antes vino organizando el reencuentro. Preside el comité provincial de Santa Fe, pero está enfrentado con la vicegobernadora Griselda Tessio –que integra el Frente Progresista, Cívico y Social liderado por el gobernador socialista Hermes Binner– y también con el senador jujeño Gerardo Morales, titular del partido a nivel nacional, cuyo mandato vence en 2009. La convocatoria del santafesino coincidió con la fecha de un seminario organizado por Morales en Córdoba, donde se discutió precisamente cómo modernizar el partido. Los organizadores dicen que la coincidencia es pura casualidad, pero en Córdoba nadie lo creía.

“Hablan de renovación como si hubieran nacido de un repollo. ¿La renovación es la Santísima Trinidad?”, preguntan apuntando a Morales y a los ex gobernadores de Chaco, Angel Rozas, y de Mendoza, Roberto Iglesias. “Hace 26 años que Morales, Alejandro Nieva y Miguel Giubergia se van turnando las candidaturas a diputados y senadores en Jujuy”, agrega otro “coordinador”, señalando la falta de novedad. Lo cierto es que tanto la conducción actual como los que se encontraron el fin de semana en Santa Fe son radicales con una larga trayectoria dentro del partido.

El escenario de hoy es muy distinto del de los años en que la Coordinadora manejaba el radicalismo. La diáspora de dirigentes que sufrió tras la crisis de 2001 dejó flojo de referentes al armado nacional. Elisa Carrió y Ricardo López Murphy fueron los primeros en abandonar el barco. Margarita Stolbizer está constituyendo su fuerza propia fuera de la UCR y dentro de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Julio Cobos, Horacio “Pechi” Quiroga, cuatro gobernadores y varios intendentes fueron sancionados por su acercamiento al kirchnerismo.

Reflejo de aquella crisis, los que pasaron por Santa Fe no son sólo afiliados radicales. “Es prácticamente una multipartidaria. Vino gente que forma parte de veinte distritos diferentes”, sostiene Cáceres.

En la provincia de Buenos Aires la situación es compleja. El presidente del partido es el intendente de Saladillo, Carlos Gorosito, fiel al sector de Storani y Moreau, que acompañan la apuesta de reflotar la Coordinadora. Pero otro grupo de intendentes responde al espacio K, que lidera el vicepresidente Julio Cobos. Esos intendentes bonaerenses pusieron en duda la continuidad en la alianza con el Gobierno por la delicada situación que atraviesan sus municipios tras el conflicto con el agro. Además, Stolbizer intenta captar a los radicales opositores al Gobierno y cansados de estar a la sombra de otros dirigentes.

“Yo quiero formar parte de un proyecto que valga la pena. Aspiramos a que haya un espacio socialdemócrata moderno que tenga al radicalismo como esqueleto”, le dijo a Página/12 un ex “coordinador”. Para ese plan tienen dos ejes de trabajo: el barrial y el universitario, a través de la Franja Morada. Buscan así una fuerza interna que “discipline” a los militantes. La Coordinadora apunta concretamente a “volver a tener una fuerza nacional”. Saben que, en algún momento, todos los que hoy gobiernan el partido pasaron por ella.

Este fin de semana se logró una declaración conjunta y la promesa de volver a juntarse. Ya acordaron los organizadores el próximo encuentro: un responsable de cada provincia y además una mesa chica integrada por un representante de cada región. En noviembre la promesa es un “gran encuentro nacional”. Allí, especulan, podría salir un nuevo movimiento interno.

Informe: Sebastián Abrevaya.