EL PAíS
Dos actos y una consigna para que se vayan todos
Dos actos y una consigna para que se vayan todos
› Por Luis Bruschtein
Dos marchas que iban a ser una sola hicieron ayer el mismo recorrido, con dos horas de diferencia, de Congreso a Plaza de Mayo para exigir “que se vayan todos”. La primera, que arribó a las 18 a Plaza de Mayo, la hora a la que estaba anunciada la movilización, fue encabezada, entre otros, por los dirigentes Víctor De Gennaro y Carlos “Perro” Santillán, en tanto que Luis Zamora esperó en la Plaza y Elisa Carrió arribó poco después. La segunda marcha fue protagonizada por el Bloque Piquetero Nacional y los partidos de izquierda, llegó a la Plaza casi dos horas más tarde y entre los manifestantes estaban los legisladores Patricio Echegaray y Vilma Ripoll.
Las dos marchas –que en realidad fueron tres porque el Bloque Piquetero no salió de Congreso, sino que primero cortó una mano del Puente Pueyrredón y de allí marchó hasta 9 de Julio y Avenida de Mayo, donde se unió a la columna de los partidos de izquierda que avanzaba con retraso hacia la Plaza de Mayo–, crearon cierta confusión en el centro de la ciudad en el tránsito y también entre muchos manifestantes espontáneos que no entendían por qué había tantas marchas por la misma consigna.
En realidad, hubo un intento por realizar una convocatoria unitaria y los representantes de los movimientos y partidos se reunieron más de una vez en las últimas semanas en el teatro Bambalinas para ponerse de acuerdo. No hubo acuerdo para que haya oradores, ni con las banderas ni con las consignas que acompañarían al “que se vayan todos”. Pese a todo, la convocatoria salió en forma conjunta. En la marcha anterior, los partidos de izquierda y las asambleas habían criticado que el acto se realizara en Congreso, por lo que, al finalizar la concentración, marcharon hacia Plaza de Mayo. Esta vez, la propuesta fue como este sector había planteado, pero de todas maneras, los partidos de izquierda y el Bloque Piquetero anunciaron que llegarían dos horas más tarde por lo que, de hecho, hubo dos marchas separadas.
Sectores minoritarios de las asambleas marcharon en las dos marchas, pero el grueso de ellas se concentró a las seis en la Plaza de Mayo, y se mantuvo allí todo el tiempo junto con algunos dirigentes de la CTA para recibir a las dos columnas.
A diferencia de la movilización anterior, cuando la Corriente Clasista y Combativa y la Federación de Tierra y Vivienda realizaron actos y cortes en sus respectivos barrios, esta vez se concentraron y marcharon en forma masiva en la columna donde también se enrolaron los sindicatos que forman la CTA, algunas asambleas, apyme y asociaciones profesionales. A las 16 comenzaron a concentrarse algunos grupos en las inmediaciones del Congreso y poco antes de las 17 ya se había formado el contingente que marcharía a Congreso. Poco después partió la columna formada principalmente por piqueteros de la CCC y en menor medida del FTV. En la columna marchaban los gremialistas combativos De Gennaro (CTA) y el “Perro” Santillán (CCC), que expresó su preocupación por la represión que había en ese momento en su provincia a una marcha similar (ver aparte). También marchaban Juan Carlos Alderete y Amancay Ardura, de la CCC, y Luis D’Elía, del FTV, además de Víctor Mendívil (judiciales), Pablo De Michelis (ATE), Marta Maffei, Hugo Yasky (Ctera) y otros dirigentes.
En Plaza de Mayo los recibió un nutrido grupo de asambleas y la gente del movimiento Autodeterminación y Libertad. Zamora, De Gennaro y Santillán se convirtieron en el centro de atracción de los periodistas que formaron pequeños tumultos para entrevistarlos. Varios asambleístas se arremolinaron alrededor de ellos y se escucharon vivas a Santillán y cuando los movileros de Canal 9 comenzaron a entrevistar a Zamora, empezaron consignas contra Daniel Hadad. “Que se vaya Canal 9”, “tramposos” fueron algunos de los gritos que se calmaron cuando Zamora decidió dar por terminada la entrevista.
“Duhalde se tiene que ir ya, nosotros queremos constituyentes ahora para que se vayan Menem, De la Sota, Rodríguez Saá y todos ellos”, aunqueaclaró que no se mete “en las internas mafiosas del justicialismo”. De Gennaro, por su parte, declaró que con estas movilizaciones “se le está diciendo basta al hambre y a la represión a la que se somete al pueblo argentino”. Elisa Carrió, que arribó a la Plaza poco después de que llegara la columna, coincidió con Zamora sobre el pedido de adelantamiento de las elecciones que efectuaron Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá: “Esa es una guerra interna entre ellos; yo con esa gente no me meto”.
Los manifestantes aguardaron más de una hora en la Plaza, en tanto se gritaban consignas contra el Fondo Monetario Internacional y se repetía una y otra vez “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, al tiempo que se repudiaba el atentado contra Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
A las 19.15 se anunció desde un altoparlante que se iba a cantar el Himno Nacional, luego de lo cual se explicó que las columnas de desocupados de los barrios más alejados tenían que regresar a sus hogares. Algunos asambleístas se acercaron a De Gennaro y Amancay Ardura para pedirles que no se retiren, pero los dirigentes explicaron que la convocatoria había sido a las 18 y que ellos habían esperado más de una hora: “Creo que las explicaciones se las tienen que pedir a la gente que no cumplió con la convocatoria, nosotros hicimos todo lo posible y hay compañeros que tienen varias horas de viaje para volver a su casa”, fue la explicación.
La CCC y el FTV se retiraron y quedaron las asambleas y algunos dirigentes de la CTA, como Víctor Mendívil y Pablo De Michelis. Poco antes de las ocho arribó la otra columna a la Plaza de Mayo con un gran cartel de la Interbarrial a la cabeza. Detrás llegaron las columnas de Barrios de Pie y el Polo Obrero, MTD, MTL, MTR y MST. Y finalmente las columnas de los partidos: PC, MST, MAS, PTS, PO, Quebracho, Convergencia Socialista, Patria Libre, algunos centros de estudiantes y la FUBA. Cuando esta columna marchó, la Avenida de Mayo estaba despoblada debido a la hora. Tampoco hubo oradores ni documento en común. Estuvieron poco tiempo en la Plaza y finalmente se desconcentraron sin que se produjeran incidentes.
Activistas y dirigentes trataron de explicar de varias maneras los desencuentros. En la marcha de la CTA y la CCC se planteó también la consigna “No a la trampa electoral”. Para algunos de los que participaron en la primera marcha, los partidos de izquierda están dispuestos a participar de todas maneras en las elecciones porque alientan la esperanza de tener un record histórico de votos. Por esa razón no estarían de acuerdo con esa consigna. En la segunda marcha, una de las consignas distintivas fue “Que se vaya Duhalde ya” y acusan a la CCC y la FTV de haber arreglado el manejo de los Planes Trabajar con el Presidente. También hubo argumentos sobre la hora: la CCC y la FTV no pueden movilizarse demasiado tarde porque vienen de barrios muy alejados, en tanto que las asambleas y los otros piqueteros provienen de barrios de la Capital o más cercanos. Los más conocedores señalan que en realidad hay diferencias políticas que no se discuten: se van perfilando dos líneas de acción: una que tiende a la formación de uno o más frentes de izquierda y la otra que se plantea la construcción de un movimiento popular o un frente del tipo del Frente Amplio uruguayo. “Esa discusión no termina de plantearse y entonces impide también que se puedan hacer acciones concretas en común, más allá de las diferencias.”