Mar 27.05.2008

EL PAíS  › DISTINTOS BLOQUES OPOSITORES EMPEZARON A ANALIZAR ANOCHE ALTERNATIVAS PARA ABRIR EL DIáLOGO

Entre la “sorpresa” y la “decepción”

Lilita Carrió dijo que el ex presidente Kirchner fogonea el conflicto con el campo porque “quiere sangre”. Macri se ofreció como “cafetero” en una mesa de diálogo.

› Por Miguel Jorquera

Toda la oposición se mostró “sorprendida y decepcionada” con la ruptura del diálogo entre el Gobierno y las entidades agropecuarias, pero cargaron sobre el Ejecutivo la responsabilidad mayor por la prolongación del conflicto que generó el aumento de las retenciones a las exportaciones de granos. Aunque cada partido insistió a su manera en la continuidad de la negociación: desde la UCR exigieron que “Cristina empiece a gobernar y solucione el conflicto”; el socialismo afirmó que “sin diálogo no hay salida”, y el propio Mauricio Macri intentó capitalizar el malhumor social frente al conflicto y ofreció sus servicios como “cafetero” en una mesa de negociación. Pero Elisa Carrió salió con los tapones de punta contra el Gobierno y el ex presidente: “(Néstor) Kirchner quiere la radicalización del conflicto y la represión. Kirchner quiere sangre...”

La líder de la Coalición Cívica eligió un set de televisión para cargar contra el Gobierno y el ex presidente. “El doble juego del Gobierno termina mañana. (Néstor) Kirchner quiere la radicalización del conflicto y la represión. Kirchner quiere sangre y nosotros queremos evitarla”, dijo Carrió en Desde el Llano, antes de pedirles a los productores “paciencia” para “no prestarse a ese juego”.

Los radicales también se han mostrado entre los más duros contra el Gobierno en un conflicto que les devolvió protagonismo político. “Cristina perdió noción de la realidad y tiene funcionarios irresponsables que no hacen nada. Que empiece a gobernar y encuentre una solución a un conflicto innecesario”, dijo a Página/12 el presidente de la UCR, Gerardo Morales,.

“Estamos estudiando qué vamos a hacer, hasta la necesidad de pedir un voto de censura para el jefe de Gabinete (Alberto Fernández), de acuerdo con la Constitución hasta puede terminar con su remoción. Este es un fracaso del Gobierno, más allá de quien tenga razón y los celos por discutir detalles, y en esto incluyo a todos “, dijo a este diario el jefe de la bancada de diputados radicales, Oscar Aguad.

Por la tarde, el jefe de Gobierno porteño había logrado capitalizar el centro de la escena opositora con una propuesta conciliadora. “La Presidenta puede y debe convocar al diálogo. No puedo entender lo que pasó hoy (por la ruptura de la negociación con los ruralistas). Esto no da para más. Los argentinos no podemos seguir siendo testigos de este conflicto y esto se tiene que resolver ya”, remarcó Macri antes de fijar postura: “Para mí había que retrotraer todo al 11 de marzo y sentarse en la mesa de diálogo con otra tonalidad”. Luego, el jefe se ofreció su particular servicio como mediador: “Si ayuda, voy a servir el café en la mesa de diálogo. Si necesitan, acá tienen un cafetero”.

En tanto, el jefe del bloque macrista de diputados, Federico Pinedo, se mostró en sintonía con su jefe sobre el papel del Congreso. “Si el Gobierno quiere cumplir con la Constitución, primero debe llamar al diálogo y después llevar el posterior acuerdo al Congreso, para su ratificación. Vamos a recurrir a la justicia si el impuesto a las exportaciones no pasa por el Parlamento”, dijo Pinedo a Página/12.

“El Gobierno juega con fuego, busca generar divisiones en el sector agrario. Así, los más racionales y dialoguistas dentro del Gobierno y de las propias entidades agropecuarias pierden incidencia y los más duros justifican su postura”, expresó a este diario Eduardo Macaluse, el diputado que junto a varios ex aristas rebeldes formaron su propio partido: Solidaridad e Igualdad (SI).

“La decisión del Gobierno es irresponsable –continuó Macaluse–, tampoco podemos seguir sumando irresponsabilidades como la de los dirigentes agrarios que se fueron de boca en Rosario, cuando al otro día se tenían que sentar a negociar; o como la oposición que se cuelga de las espaldas de los productores para partidizar el conflicto.”

En el socialismo se mostraron más cautos. “No hay ningún otro camino que no sea el diálogo. La extensión del conflicto perjudica a todos, aunque el gobierno carga con la responsabilidad mayor en lograr una solución”, dijo a Página/12 la diputada Silvia Augsburger.

Ayer por la noche, diputados de distintos bloques opositores realizaban una ronda telefónica en busca de una salida parlamentaria al conflicto.

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