Ante la escalada en el precio de los granos y oleaginosas, que se duplicó en los últimos doce meses, la AFIP redujo la carga de transporte para monotributistas a un máximo de 240 a 300 toneladas anuales, de acuerdo con la categoría a la que pertenezca el contribuyente. Según la resolución 2464, publicada ayer en el Boletín Oficial, las denominadas cartas de porte utilizadas como documento de los envíos se reconfiguró de acuerdo con “parámetros objetivos de medición” sobre la base del valor de las cargas. La medida coincide con la denuncia que lleva adelante la Oncca por irregularidades en el uso de ese documento, más precisamente por subregistro en el envío de granos de parte de los pequeños contribuyentes.

La administración de ingresos públicos limitó desde ayer la cantidad de comprobantes de transporte de granos a autorizar a sujetos adheridos al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes. Desde el organismo recaudador explicaron a PáginaI12 que la medida se tomó teniendo en cuenta el “alto valor de la carga, que llega a los mil pesos la tonelada”. Con los actuales precios para la cosecha, los monotributistas superaban ampliamente el límite conferido un año atrás para cada categoría. Un camión, con una carga máxima de 30 toneladas, estará transportando 30.000 pesos por viaje (carta de porte).

Es por ello que la entidad que conduce Claudio Moroni llevó de 15 a 8 el máximo de emisiones de esos documentos. Esto significa reducir de 45.000 a 24.000 pesos el máximo transportado. La norma fija un máximo, por año calendario, de ocho para las categorías I, J y K, diez para L y M y cuatro para las restantes y un tope de quince en otros comprobantes para todos. “En virtud de los aumentos, y sin cambios en los monotributos, la AFIP se vio obligada en actualizar los montos”, explicó una alta fuente del organismo a este diario. De acuerdo con las cifras que publica la Bolsa de Comercio de Rosario, la tonelada de maíz se comercializa en 500 pesos, de trigo en 640, de soja por encima de los 900, 450 el sorgo y 1000 el girasol.

Las cartas de porte son de uso obligatorio y reflejan los movimientos físicos de los granos en las distintas etapas de su comercialización, mediante el transporte automotor de carga de chacra a acopio, a fábrica o a puerto. “Lo único real y con validez para documentar su carga es la carta de porte, donde se explicita viaje, tonelaje y kilómetros, entre otros”, dijo a PáginaI12 Rubén Agugliaro, titular de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Carga (Catac). Agugliaro se manifestó, no obstante, más preocupado por los reclamos que recibe de los productores que lo llaman para pedirle una rebaja en las tarifas. “Es lo que hay, para eso nos comimos más de cien días de paro”, agregó. Un viaje promedio (de 300 kilómetros) se cobra a razón de 76 pesos la tonelada. La carga estimada por camión es de 27.000 kilos.

Las cartas de porte para la habilitación del transporte de cereales es un instrumento creado en su momento por la Junta Nacional de Granos, organismo que fue disuelto en 1991. Al año siguiente, la administración de Carlos Menem delegó la responsabilidad en la Federación Agraria y de Acopiadores de Cereales. El presidente de Catac insistió en que, más allá del control que ejerza la AFIP, la emisión y administración de las cartas de carga “tiene que estar en manos” del sector. “Las tiene que manejar el transporte como lo marca la ley”, insistió Agugliaro.

La medida de la AFIP se conoce además pocos días después de la denuncia que la Oncca presentara sobre la Federación Agraria por irregularidades en la emisión y uso de los documentos habilitantes, lo que abrió sospechas sobre la circulación de millones de toneladas no declaradas. El mes pasado, PáginaI12 anticipó la existencia de sospechas y consecuente investigación sobre presuntas irregularidades en el manejo de las cartas de porte. En aquel momento, fuentes oficiales daban cuenta de unas 300.000 cartas no declaradas oficialmente. Ello podría llegar a representar el transporte de hasta nueve millones de toneladas de granos “en negro”.

Entre las principales irregularidades denunciadas se cuentan las cartas originales pero no registradas en la Oncca, monotributistas o sociedades de responsabilidad limitada que figuran adquiriendo cartas por volúmenes muy superiores a los que corresponden a su condición jurídica e impositiva, formularios con números de CUIT inexistentes y documentos en los que figura el mismo número informado por distintos operadores.

De todos modos, en la AFIP alertan que la medida no servirá para impedir las cartas mellizas, pero es “un paso hacia la normalización de la situación real de los monotributistas”. Agugliaro dijo desconocer casos de irregularidades en la emisión y el uso de los documentos que administra la Federación Agraria.