Lun 18.08.2008

EL PAíS  › NOMBRAN A EX ESPíAS DURANTE EL MENEMISMO Y MILITARES VINCULADOS A CECILIA PANDO EN UNA AGENCIA DE LA CIUDAD

Amigos del jefe para el Control Gubernamental

El jefe de la Agencia de Control Gubernamental del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Federico Young, designó agentes “por concurso” a dirigentes de su entorno, dos de los cuales fueron su nexo con la defensora de represores Cecilia Pando.

› Por Nora Veiras y Werner Pertot

¿Qué requisitos hay para ser inspector del gobierno de Mauricio Macri? Haber sido agente de la SIDE durante el menemismo, ser coronel retirado o ser hijo de un general que protagonizó levantamientos militares puede ser parte del currículum a presentar en la gestión PRO, sobre todo si quién conduce la Agencia de Control Gubernamental es Federico Young. Como informó este diario, Young compartió dos charlas junto a la defensora de represores Cecilia Pando en las que pedía que se juzgue “a los delincuentes terroristas”. PáginaI12 comprobó que, como funcionario porteño, Young contrató como inspectores a cuatro personas de su entorno más cercano en el Partido Demócrata porteño, del que es presidente. Dos de ellos manejan las cuentas del partido y son militares retirados.

Los adláteres de Young son Hugo D’Amorim Lina Novo, Balbino Ongay, Juan Carlos Pietrobelli y Federico Guillermo Toranzo. Los cuatro aparecen en el listado de nuevos inspectores que hizo público la Agencia de Control en junio de este año cuando concluyó un concurso por el que Young seleccionó unos 200 agentes. Por una extraña casualidad, entre los elegidos están sus hombres de confianza, de pasado castrense y presente filomacrista. Por este motivo, el jefe del bloque kirchnerista, Diego Kravetz, va a presentar un pedido de informes en la Legislatura el próximo martes.

Toranzo figura como tesorero en el último informe que presentó el Partido Demócrata ante la Cámara Nacional Electoral, mientras que Pietrobelli aparece como responsable económico-financiero. Pese a que Young acompañó en las elecciones de octubre pasado la lista de PRO que llevaba a Federico Pinedo y Carlos Melconian, el informe de aportes y gastos de campaña de su partido tiene cero ingresos y cero egresos durante 2007 –presuntamente, lo cargaron sobre el PRO– y fue presentado fuera de término, por lo que recibieron una multa. Los autores de esa matemática mágica fueron recompensados con cargos de inspectores, para los que acreditan como experiencia previa ser coroneles retirados.

Inspectores al acecho

Hugo D’Amorim Lino Novo y Balbino Ongay son dos hombres cercanos a Young, de su línea interna dentro del Partido Demócrata. Ongay cuenta con un antecedente extra: fue testigo en el juicio por el asesinato de María Marta García Belsunce. Fue uno de los que señaló que los familiares de María Marta no hablaban al principio de “pitutos”, sino de “esquirlas”, y complicó a los imputados en la causa.

Federico Guillermo Toranzo es un coronel retirado, miembro del ultraconservador Opus Dei y con relaciones familiares que siempre supo aprovechar. Su padre era el general Federico Toranzo Montero, quien fue interventor de Salta a comienzos de los sesenta y protagonizó una de las escaramuzas entre azules y colorados. El 8 de agosto de 1962, Toranzo Montero se levantó en armas como comandante del IV Cuerpo de Ejército y exigió la renuncia del ministro de Defensa (entonces llamado “secretario de Guerra”), ya que le reclamaba que se estaba siendo demasiado blando en la represión del peronismo.

En el libro SIDE. La Argentina secreta, Gerardo Young menciona a otro Toranzo, que continuó la tradición de la familia mientras Perón estaba en el exilio. “Quaranta y sus hombres intentaron matarlo, al menos dos veces. En Venezuela, el 25 de mayo de 1957 hicieron volar con dinamita el auto con el que se movía el General. El operativo fue encargado por el embajador argentino en Caracas, el general Carlos Toranzo Montero”, escribe el periodista.

Los hijos salieron como el papá. Rodrigo Toranzo, hermano del inspector contratado por Young, fue subsecretario de Exterior de la SIDE durante el largo reinado de Hugo Anzorreguy en el gobierno de Carlos Menem. Rodrigo Toranzo era compañero del Liceo Militar y amigo personal del Señor Cinco. Toranzo era el que comandaba la Sala Patria, que fue la encargada de la investigación por el atentado en la sede de la AMIA, cargada de irregularidades. Allí llevó a muchos militares del Opus Dei, entre ellos a su hermano Federico Guillermo, a quien benefició con una serie de viajes por el mundo junto a los Cascos Azules y el comando de la ONU. En 1998, Federico Guillermo Toranzo se llevó su experiencia acumulada en la SIDE y fundó una agencia privada de vigilancia “de personas y bienes”, a la que llamó Acecho S.A.

Otro de los inspectores es Pietrobelli, un teniente coronel retirado, del área de intendencia. Los dos ex militares fueron el nexo de Young con Pando y su esposo, el mayor retirado Rafael Mercado, con los que el ex juez compartió dos seminarios que tuvieron como fin condenar los juicios abiertos a los represores. Este diario informó sobre estas charlas cuando Macri lo eligió para dirigir el área de control comunal, pero el jefe de Gobierno lo ratificó en el cargo. Con las nuevas designaciones, Young probó que no pierde su cariño por los militares. No se sabe si la llamó a Pando para solidarizarse, luego de que saliera ante las cámaras haciendo signos de degüello y lanzando amenazas de muerte.

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