El orgullo argentino sumó ayer una nueva razón para inflar el pecho. Además de inventar la birome y el dulce de leche, aparte de tener la avenida más ancha, la Argentina cuenta con la colonia de pingüinos de Magallanes más grande del mundo. “Medio millón de pingüinos para que tengan, para que guarden y para que archiven. Pingüinos para todo el mundo”, destacó la presidenta Cristina Fernández. Fue ayer al mediodía, en la inauguración de la nueva temporada anual de la reserva chubutense de Punta Tombo. En ese paraje ante el Atlántico abundan las aves que parecen vestir un frac y que se mueven en grupos. La Presidenta llegó acompañada por el gobernador Mario Das Neves, en su momento uno de los mandatarios provinciales más cercanos al matrimonio Kirchner. Das Neves ya hizo pública su intención de competir por la Presidencia en 2011.

La visita de la Presidenta a Chubut había comenzado en Rawson –CFK pasó la noche del jueves en la residencia oficial del gobernador–, siguió por Trelew y se completó con el paseo por Punta Tombo, una saliente ventosa frente al mar. “Este es un rincón emblemático de la Patagonia”, dijo la mandataria. Ubicada a 117 kilómetros de Trelew, Punta Tombo es famosa por su colonia reproductiva de pingüinos, que atrae muchos turistas. Cuando llegó a ese paraje dispuesta a inaugurar la temporada, CFK se quejó porque el palco había sido levantado mirando hacia el sur y no de espaldas, como suele hacerse para evitar el impacto del viento polar. “¿Por qué Chito no armó el escenario al revés? ¿Qué, es porteño? Algo de eso debería saber, porque los patagónicos no nos equivocamos”, se preguntó en voz alta.

La frase sobre “pingüinos para todo el mundo” despertó muchas sonrisas entre el auditorio. Se sabe que tanto Néstor Kirchner como sus colaboradores de origen patagónico suelen definirse a sí mismos como “pingüinos”. De hecho, pocas horas antes de que la Presidenta llegara a Punta Tombo, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, bautizó la visita presidencial a Chubut con una ocurrencia inspirada en aquella definición: “Una pingüina más entre los pingüinos”. Al momento de inaugurar la temporada, la Presidenta dijo que se sentía “en casa” y recordó “el olvido” que había sufrido la región. “En la Patagonia sufrimos mucho el olvido para una región que le dio tanto al país en energía e hidrocarburos. Ahora estamos saldando una deuda histórica”, aseguró.

Antes de visitar Punta Tombo, la Presidenta recorrió las instalaciones del centro materno-infantil de Trelew acompañada por Das Neves. Luego recorrió la ruta provincial 1, que hasta hace poco era de ripio y se terminó de pavimentar en los últimos meses. El clima era de mucho frío por el viento polar que llegaba del sur. “Estoy aterida”, llegó a decir CFK. Previamente a dejar inaugurada la colonia de pingüinos, la Presidenta recibió las llaves de la ciudad de Trelew. Al recibir el obsequio, unas llaves cinceladas en oro y plata por un orfebre local, la mandataria se mostró emocionada. Poco después, cuando se subió al palco en Punta Tombo, CFK defendió la política de su gobierno y la consideró una continuidad del rumbo iniciado en 2003. “Tenemos un proyecto de país federal”, remarcó.

Desde un escenario atravesado por el viento, la Presidenta enumeró las obras viales y energéticas que estaban en ejecución en la zona patagónica. “El federalismo fue muchas veces declamado para las campañas electorales, pero después se olvidaban y volvían a centralizar todo en el puerto de Buenos Aires. Integrar toda la geografía del país hace a la equidad social. Estamos transformando un país que ha vuelto a considerar que todos somos importantes”, sentenció la mandataria.