El cardenal Jorge Bergoglio se refirió ayer a la situación social y advirtió que hay que hablar de “los que caben en el sistema y los que sobran”, al tiempo que alertó sobre una “industria del descarte, que se llama esclavitud”. El arzobispo de Buenos Aires fijó su posición en el cierre de la Jornada Arquidiocesana de Pastoral Social, que se desarrolló en el colegio San Cayetano, del barrio porteño de Liniers. “Hablamos de opresores y oprimidos, pero no nos basta. Luego añadimos incluidos y excluidos, y no nos basta. Hoy tenemos que añadir otro matiz, gráfico y duro, los que caben y los que sobran”, señaló el prelado y dijo que los que “sobran” son “los que dan la materia prima para la industria del descarte, esa industria que se llama esclavitud”. Bergoglio sostuvo también que “tenemos esclavos. La esclavitud de los niños, sobre todo migrantes, sometidos a la realización de los cartoneros, sometidos a la mafia de la droga como mulitas, sometidos a la mafia de los arrebatadores, sometidos en los talleres clandestinos que pululan en nuestra ciudad, sometidos a la cadena de prostitución”. En el acto, Bergoglio reunió a Antonio Cafiero, al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y a sus antecesores Jorge Telerman y Enrique Olivera, además de leer una carta del ex presidente Raúl Alfonsín, que –aseguró– “me llegó al corazón”. Por la mañana habían pasado también por los paneles del encuentro –orientado a reflexionar sobre los 25 años de la recuperación de la democracia y la preparación del Bicentenario– Roberto Lavagna y Aníbal Ibarra.