Snz qiere revncha

La disputa en el Senado por la movilidad jubilatoria puso al rojo vivo la interna del bloque de senadores radicales. El jefe de la bancada, el mendocino Ernesto Sanz, se había comprometido públicamente a que la UCR daría quórum para tratar el proyecto si el oficialismo accedía a una nueva presentación del director de la Anses, Amado Boudou, ante los senadores. La visita de Boudou no convenció a los radicales y el presidente partidario, el jujeño Gerardo Morales, encabezó la rebelión en el bloque para desconocer la palabra empeñada por Sanz. El kirchnerista Miguel Pichetto le recordó a Sanz, en un áspero debate, su compromiso quebrado. Morales fue el encargado de exponer la negativa partidaria de tratar el tema, para el cual el oficialismo necesitaba los dos tercios de la Cámara. Sanz se llamó a silencio y, al otro día de la frustrada sesión, partió muy temprano hacia Mendoza con una promesa ante sus colaboradores: esperar el momento de devolverle a Morales la gentileza de dejarlo en ridículo ante sus pares

Músca p mcristas

El legislador porteño Avelino Tamargo (PRO) parece estar dispuesto a dar una dura batalla por los gustos musicales dentro de la interna macrista. Después de que su compañero de bloque Daniel Amoroso presentara un proyecto para declarar “huésped de honor” de la ciudad al mexicano Luis Miguel, Tamargo sacó a relucir su devoción por Louise Verónica Ciccone Ritchie y propuso la misma recepción para cuando la reina del pop, popularmente conocida como Madonna, llegue con su nueva gira a Buenos Aires. Ahora Tamargo redobló la apuesta y pidió lo mismo para otra reina: The Queen, cuando el grupo, ya sin Freddy Mercury, vuelva a tocar en la ciudad. Todos en el PRO saben del fanatismo del jefe, Mauricio Macri, por la banda inglesa y recuerdan cuando CQC lo descubrió imitando a Mercury en una versión (entre hilarante y temible) de We will Rock You, tras consagrase como jefe de gobierno porteño. Una jugada que, sin duda, le permitirá a Tamargo dirimir la puja a su favor

Carictura mfiosa

Alberto Fernández se acomoda por estos días en su nuevo estudio sobre avenida Callao. “Tengo que laburar, querido”, explica a quien le pregunta acerca de sus planes inmediatos. Aunque conserva a su secretaria histórica y algún que otro colaborador, la alfombrada oficina no registra ni por asomo el frenesí de aquella Jefatura de Gabinete por la que pasaban todo y todos. Como toda declaración política, en su flamante biblioteca pueden verse tres fotos en las que comparte protagonismo con Néstor Kirchner. Pero también puede tomarse como muestra de independencia una cuarta imagen, una caricatura suya de Hermenegildo “Menchi” Sábat, el mismo artista que alguna vez fue acusado por la presidenta Cristina Kirchner de mandarle un mensaje “cuasi mafioso”

Crteles tapdos

Poco antes del segundo aniversario de la desaparición del testigo y querellante Jorge Julio López aparecieron unos llamativos carteles en la zona sur de la Capital. “Cecilia Pando: ¿dónde está Julio López”, rezaba la leyenda sobre la foto de la activista castrense haciendo el típico signo de degüello a los jueces y a funcionarios de derechos humanos durante el primer juicio por delitos de lesa humanidad en Corrientes, a principios de agosto. La pegatina corrió por cuenta de los Ciudadanos por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Con el paso de los días, los vecinos de San Telmo se encargaron de romperlos o taparlos, para alivio de quienes se sobresaltaron con el inquietante planteo de que hayan sido grupos como los que representa la esposa del mayor retirado Rafael Mercado los que secuestraron al sobreviviente que desapareció dos veces

Marins en prblems

El Espacio de la Memoria que recuerda el horror del terrorismo de Estado y apuesta a la vida en el predio donde funcionó la ESMA es un hecho. Sin embargo, el traslado de las escuelas que funcionaban en ese lugar es un tema resuelto por el desalojo pero está lejos de haberse solucionado. Quizá los mayores inconvenientes los sufren los futuros marinos mercantes –que son formados por la Armada pero sus egresados no son militares–. Los estudiantes que se especializan para tripular barcos comerciales están lejos de disfrutar su formación. La construcción de la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano quedó en manos del Ministerio de Planificación. Tras sucesivas demoras, el edificio azul de Antártica Argentina 1300, en la zona de Retiro, fue habilitado. En manos de la Marina quedaba la provisión del equipamiento de comedores, los servicios de limpieza y seguridad y demás cuestiones que hacen al funcionamiento de la escuela. Ese compromiso parece no reflejarse en la realidad.

Grupos de estudiantes que piden mantener el anonimato comentan: “No se nos coloca ni jabón en los baños y se nos hace trabajar como peones de albañil para terminar cosas que la empresa no hizo”. La comida es otro problema. Los alumnos de uniforme naval se arremolinan en los puestitos callejeros a la hora del mediodía para comprar elementales viandas que tendría que proveerles la institución en donde pagan por estudiar, por el uniforme y en la que cumplen guardias y practican un régimen militar.

Un docente que también pide reserva de su nombre abundó en que “si un cadete haciendo actividades relacionadas con su formación sufre un accidente debe pagar para ser atendido en el Hospital Naval, lo que excede cualquier lógica ya que realizan actividad física por expresa indicación de la autoridad militar”. Las quejas se acumulan y parecen no tener respuesta de las autoridades de la Armada. La semana próxima está prevista la inauguración oficial de la Escuela y la visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner