Mar 18.11.2008

EL PAíS  › FELIPE SOLá FORMALIZó LA ANUNCIADA RUPTURA CON EL BLOQUE DEL KIRCHNERISMO

Nació el grupo de los ocho felipistas

Su bancada se llamará Unión Peronista. En la presentación lo acompañaron el resto de los peronistas antikirchneristas con los que formará un interbloque. “No hay libertad de opinión”, justificó Solá su decisión.

› Por Miguel Jorquera

Finalmente fue el día M. Felipe Solá eligió el Día de la Militancia Peronista para formalizar su anunciada ruptura con el kirchnerismo junto a otros siete diputados con los que integrará su propio bloque: Unión Peronista. El ex gobernador hizo la presentación en sociedad del nuevo grupo disidente respaldado por otros catorce legisladores del peronismo anti K con los que armaría un interbloque parlamentario. Una lista que integran los diputados puntanos que responden a los hermanos Rodríguez Sáa, duhaldistas bonaerenses, delasotistas, cobistas y quienes conforman la pata peronista del macrismo. “Existe temor político en opinar diferente, hoy no hay libertad de opinión en el peronismo”, soltó Solá para pegarle a Néstor Kirchner y criticó al Gobierno por “la concentración de poder y la discrecionalidad” con que se maneja.

La puesta en escena le destinó a Solá el rol central: atravesó al reducido salón José Luis Cabezas de la Cámara baja saludando. Cuando se paró frente a las cámaras se abrió la puerta opuesta de la sala y aparecieron los otros quince peronistas anti K que lo acompañaron. “El peronismo está buscando otra representación”, dijo Solá y formalizó la ruptura con la bancada K: “Si uno tiene la sensación de estar en un espacio en el que no es contenido y no se puede disentir y opinar, hay que hacerse ese espacio”.

Los rionegrinos Julio Arriaga y Lorena Rossi, los bonaerenses Adriana Tomaz y Jorge Villaverde, la salteña Zulema Daher, la pampeana Irma García, la cordobesa Beatriz Halak y el cobista mendocino Enrique Thomas acompañarán a Solá en el nuevo bloque. Parte de los diputados oficialistas que Solá arrastró en contra de las retenciones móviles, pero varios menos que los que el ex gobernador pensaba alinear como tropa propia.

Las negociaciones, que venían desde hace tiempo, se prolongaron hasta poco antes de la rueda de prensa. Villaverde cuestionó la decisión inconsulta de Solá de anunciar la escisión ayer, pero finalmente se incorporó al bloque. El duhaldista Jorge Sarghini, a quien contaban adentro, decidió mantener su propio monobloque. Sin embargo, todo el peronismo anti K decidió acompañar a Solá para darle otro marco a la presentación y mostrarse como factor de poder legislativo. “Somos veintitrés, apenas uno menos que el bloque de la UCR”, se ufanaban. A esa hora ya habían sufrido la primera deserción: la santiagueña Laura Velarde –la primera que rompió con el bloque K después de la 125– prefirió seguir trabajando cerca de la Coalición Cívica.

Junto a Solá se mostraron –entre otros– los puntanos que responden a los Rodríguez Sáa, con Luis Lusquiños a la cabeza, y los peronistas del bloque Azul y Blanco, aliados de Mauricio Macri, con el ex Side Juanjo Alvarez como principal representante. El empresario Francisco de Narváez, en tanto, no asomó la nariz. En el heterogéneo interbloque del peronismo rebelde convivirán varios caciques y otros tantos proyectos políticos diferentes. “Hablo con él, no tengo problemas. Ha visto con buenos ojos esta decisión pero no jugó un rol central”, respondió Solá sobre la participación de Eduardo Duhalde en la ruptura.

“En la Cámara de Diputados uno no puede hacer cualquier cosa, uno tiene que sumar, convencer y lograr la potencia necesaria para aprobar leyes o evitar algunas leyes que puedan ser perjudiciales”, sostuvo Solá, en alusión a las diferencias del nuevo entramado. Un mismo espacio que compartieron en los últimos tiempos para enfrentarse al kirchnerismo, con matices, en pelea con los ruralistas, la reestatización de Aerolíneas, la movilidad jubilatoria, el presupuesto y el fin de las AFJP.

Solá presentó el primer proyecto de su bloque, en el que reclama que la totalidad de lo recaudado por el impuesto al cheque sea coparticipable. Una iniciativa a la que adhieren –según el texto– los díscolos cordobeses y entrerrianos, aun dentro del bloque oficialista.

La secretaria del bloque kirchnerista, Patricia Fadel, le bajó el precio a la movida de Solá. “No nos modifica la estrategia del bloque. Son los mismos que siempre nos votan en contra”, respondió.

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