Según Evo Morales, Bolivia está plagada de agentes de la CIA. Ayer, el presidente boliviano sumó otra acusación más contra el gobierno estadounidense al exigir una respuesta sobre las actividades en su país de Francisco Martínez, un ciudadano mexicano que, según Morales, sería un agente de inteligencia a las órdenes de Washington confabulando contra su gobierno. “Si algún funcionario de la embajada de Estados Unidos dice que no hay ninguna infiltración en Bolivia, que me diga públicamente quién es Francisco Martínez, un mexicano que entra y sale de Bolivia, que me diga con quiénes se contacta”, insistió Morales en un acto público. El martes, el presidente boliviano había denunciado al ex capitán de policía Rodrigo Carrasco, recientemente destituido gerente nacional de Comercialización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), como un agente infiltrado de la CIA en la petrolera estatal, en lo que según el Jefe de Estado habría sido un plan de Washington para hacer fracasar su plan de nacionalizar los hidrocarburos. El miércoles, la encargada de Asuntos Públicos de la Embajada de EE.UU. en La Paz, Dennis Urs, había desestimado las denuncias del mandatario boliviano asegurando que carecían de fundamentos y prueba alguna. Sin embargo, Evo advirtió que los servicios de inteligencia de Bolivia continúan en estado de alerta. “Nuestros agentes no se están durmiendo”, y dio a entender que van tras los pasos de supuestos agentes de inteligencia estadounidense en todo el país.