Sandra Mendoza, ministra de Salud de Chaco y esposa del gobernador Jorge Capitanich, derribó parte de una pared del estacionamiento de la Casa de Gobierno de esa provincia y causó daños en cinco vehículos oficiales en un confuso episodio. Los medios chaqueños aseguraron que, después de que su marido le pidiera que renunciara a su cargo para presentarse como cabeza de la lista de diputados nacionales, Mendoza se subió a la Toyota Hilux que conduce habitualmente y en un ataque de ira arremetió contra todo lo que encontró a su paso. La versión del gobierno provincial fue que “la ministra sufrió un coma hipoglucémico, producto del cambio de medicación” y que “perdió el control del manejo del rodado”. Capitanich y Mendoza se mostraron en un acto junto a la ministra de Salud, Graciela Ocaña, y también negaron lo dicho por los medios.

El episodio protagonizado por Mendoza ocurrió anteanoche, cuando al volante de su camioneta –que pertenece, en realidad, al Ministerio de Salud provincial– chocó y dañó al menos cinco automóviles, derribó un aire acondicionado y abrió un boquete de gran tamaño en la pared del estacionamiento. Los coches dañados fueron retirados y se colocó un cartel de obra para tapar el agujero que quedó en la pared.

De acuerdo con las versiones que recorrieron ayer la provincia, Mendoza sufrió una crisis de nervios tras una discusión con su marido, que le sugirió dejar el cargo provincial y ser la cabeza de la lista a diputados nacionales. La versión fue que ella tuvo un “pico hipoglucémico” por un “cambio de medicación” y que Capitanich no estaba en la Casa de Gobierno cuando se registró el incidente.

Entonces, le habría pedido las llaves a su chofer, se habría subido al vehículo y habría causado los daños: primero en marcha atrás habría destrozado la pared y luego habría embestido los autos oficiales. Supuestamente, fueron necesarios varios policías para calmarla. Ayer, en el acto con Ocaña, la esposa de Capitanich negó todo: “Mirá qué bien que estoy, no pasó nada, sacame una foto si querés”, le dijo a un periodista.

Mendoza tiene antecedentes en el mal manejo de su temperamento. De su paso por la Legislatura provincial como diputada, quedó registrada en un video en el que se abalanza sobre otra legisladora para golpearla, mientras le grita, entre otras cosas, “hija de puta” y “estúpida”. La escena de ira siguió por varios minutos de gritos y nuevos conatos de levantarse para golpear a su colega.

En junio de 2008, Mendoza le pidió la renuncia al ministro de Salud, Alberto Holzer, al que llamó “una babosa embarazada” por su supuesta lentitud en la gestión. También dijo que era “inútil” e “inepto”. “Si no es capaz de cuidar al gobernador se tiene que ir”, arremetió Mendoza, que luego ocupó el cargo de Holzer.