EL PAíS › UN GRUPO DE EX CARAPINTADAS FOGONEA LAS PROTESTAS DEL SECTOR AGROPECUARIO
Uno de sus referentes es Jorge Mones Ruiz. El otro es Gustavo Breide Obeid, quien aportó sus hombres al taller organizado por la Sociedad Rural en Paraná. Durante los cacerolazos del campo movilizaron su gente a Olivos.
› Por Nora Veiras
La semana pasada el Gobierno y las entidades agropecuarias empezaron a encauzar un diálogo. Es el primer atisbo de acuerdo tras un año cruzado por el conflicto y la desconfianza. El nuevo escenario descolocó a los actores más radicalizados del “campo”. El más famoso, Alfredo De Angeli, desafió con que él no hubiese firmado y batió el parche por los “chacareros” a la vera de las rutas. Grupos de los llamados Autoconvocados, muchos afiliados a la Sociedad Rural, advirtieron sobre un fracaso seguro. En la trastienda del reclamo que trascendió el límite de lo sectorial para apoltronarse en la disputa política también encontraron terreno fértil ex carapintadas ansiosos de volver a la batalla.
El ex mayor de Caballería Jorge Mones Ruiz, uno de los oficiales que encabezó los levantamientos destinados a impedir el juzgamiento a los responsables por delitos de lesa humanidad, inició un periplo de charlas por el interior para “esclarecer a los del campo”. Santa Fe fue uno de sus primeros destinos. Entre sus amigos suele comentar que es “la oportunidad” para hacer alianzas electorales que permitan terminar con el kirchnerismo. En la empresa encontró el apoyo de otro conspicuo camarada: Gustavo Breide Obeid, el hombre que se considera el heredero de Mohamed Alí Seineldín. Esta vez sin apelar al betún, los ex oficiales del Ejército que sellaron su amistad durante los largos años de cárcel en Magdalena, movilizaron a su gente frente a la residencia de Olivos. En uno de los cacerolazos del año pasado su tropa estrenó las nuevas armas, esta vez más benignas que las usadas contra los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem.
Breide Obeid es el líder del Partido Popular de la Reconstrucción (PPC). Bajo el lema “por Dios Nuestro Señor, por nuestra querida patria, Por el futuro de nuestros hijos, ¡¡¡ni un paso atrás!!!, Argentina es Posible!!!!”, se presentó como candidato a presidente en 2003 y 2007. En las últimas elecciones consiguió 5113 votos, el 0,25 por ciento, pero no se amilana. Hace un par de semanas aportó sus hombres al taller organizado por la Sociedad Rural en Paraná, Entre Ríos, para formar cuadros políticos. El titular de la SR, Hugo Biolcati, el rabino Sergio Bergman y el politólogo Felipe Noguera fueron los expositores de esa primera experiencia. El segundo encuentro en Bahía Blanca fue más desembozado: uno de los disertantes fue Vicente Massot, el ex viceministro de Defensa de Menem, apologista de la tortura.
El ex carapintada tiene estrechos vínculos familiares con el campo: su hermano Fabián es productor agropecuario de Villaguay, activo militante de la protesta rural y ex candidato a gobernador por el PPC. El año pasado, entre los ruralistas que azuzaban los cortes de ruta de Gualeguaychú se ocultaban algunos oficiales y suboficiales retirados embanderados en la lucha por “la argentinidad toda”. En Chaco, en La tigra, acaba de ganar la intendencia el PPC por medio de una transa en la que le prestó el nombre a un sector del peronismo que no se presentó. El apoyo a “la causa del campo” le permitió conseguir los 100 votos que le dieron el triunfo. Breide Obeid también se había reunido en Resistencia con el titular del radicalismo provincial, Benicio Szymula, quien afirmó que “seguramente estaremos trabajando de cara hacia el futuro, en algo que la sociedad está exigiendo a la oposición y es armar un proyecto político con vistas a las elecciones legislativas del 2009 y con vistas a las elecciones presidenciales del 2011”.
La protesta desatada por la fallida Resolución 125 que aspiraba a establecer retenciones móviles para las exportaciones del agro les dio a los sectores ultranacionalistas un nuevo teatro de operaciones. Mones Ruiz y Breide Obeid ya están acostumbrados a trajinar escenarios con el “Conjunto Patria” (sic) que nació en el penal de Magdalena en 1992. En una presentación en el X Encuentro de Formación Católica de Buenos Aires, desarrollado en la ciudad de Luján, y organizado por el Círculo de Formación San Bernardo de Claraval, Breide Obeid luego de citar al papa San Pío X cuando dijo: “Denme un Ejército que rece el Rosario y venceré al mundo”, explicó que “siguiendo un poco el dicho de que el que canta, cuando lo hace por Dios y por la Patria reza dos veces, surgió la idea de crear un conjunto musical que sacó dos casetes: Fogón de Magdalena y Patria”.
La autoría de las letras corre por cuenta de Mones Ruiz, el ex oficial despunta el vicio no sólo escribiendo canciones. Argentina ¿sin destino? Estudio sobre las nuevas amenazas es uno de sus últimos libros presentado por Carlos Manuel Acuña, el director de la revista de ultraderecha El Tábano, participante también de algunas charlas con ruralistas. Mones Ruiz suele expresarse en páginas web para alertar sobre los siguientes tópicos:
n “El desgobierno y las falencias institucionales (aprietes a empresarios, control de precios, crisis energética, caso ‘Papeleras’, inseguridad ciudadana, corrupción, justicia ‘tuerta’, agrandamiento de la brecha entre ricos y pobres, legisladores ‘borocotizados’, violencia social, comandantes militares desmemoriados, fuerzas policiales con menos garantías que los delincuentes, etc.), están generando las condiciones para el cambio estructural que la sociedad reclama”.
n “Quizás no falte mucho para un ‘Fuenteovejuna nacional’. Mientras tanto, actores sociales no institucionales formarán el ‘continente’ necesario para albergar a todos los argentinos de buena fe que anhelan, para el próximo bicentenario, colocar a la República Argentina en el lugar que tuvo y merece, y por el cual muchos ofrendaron sus vidas. Somos optimistas. Estamos aprendiendo a votar. Estamos en ‘tiempo de descuento’”.
Mones Ruiz acaba de ser designado delegado de la Unión de Organizaciones Democráticas de América (Uno América), una organización de ultraderecha que pretende convertirse en la contracara del Foro de San Pablo. “América está amenazada por el avance del castrocomunismo y su nueva versión del socialismo del siglo XXI”, repiten en sus páginas web tras solidarizarse con Colombia por haber sido condenada por bombardear territorio de Ecuador para descabezar a las FARC. Bolivia y Venezuela son sus otras obsesiones. En ese anclaje internacional, el ex carapintada confía en conseguir financiamiento para sus campañas de agitación local.
La beligerancia de los productores y arrendatarios del campo le dio popularidad a un sector tradicional sólo movilizado en función de sus propios intereses. Aparecieron nuevos referentes que desde ahí aspiran a dar el salto a la política. No sólo los institucionalizados en la Mesa de Enlace sino varios de los llamados Autoconvocados, jóvenes afiliados en muchos casos a la Sociedad Rural y a Carbap. Uno de ellos es José Bustingorri, ex candidato a intendente de Saladillo por las huestes de Mauricio Macri, ex titular de la Sociedad Rural local y ahora tentado para ser candidato a senador provincial por Francisco de Narváez en su alianza con Felipe Solá y el propio jefe de Gobierno porteño. Bustingorri es uno de los más desconfiados por la tregua con el Gobierno.
En ese campo donde conviven mucho más que vacas y soja, se apostaron también los ex carapintadas devenidos militantes políticos, conscientes de que las armas tradicionales ya no son las herramientas adecuadas. Quieren seguir la guerra por otros medios.
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