EL PAíS › LOS RURALISTAS VOLVIERON A PEDIR BAJA DE RETENCIONES Y APERTURA TOTAL DE LOS MERCADOS DE EXPORTACIóN
Pese a las concesiones oficiales, los empresarios se volvieron a mostrar disconformes y convocaron a movilizarse mañana en las rutas del país. “El cuestionamiento a las retenciones a la soja es una bandera que no vamos a bajar”, dijo Buzzi.
› Por Fernando Krakowiak
La tercera fue la vencida. Luego de dos reuniones en las que se habían logrado acordar medidas para incentivar la producción de trigo, carne, leche y economías regionales, el Gobierno y la Mesa de Enlace volvieron a confrontar ayer al término de un nuevo encuentro. Los ruralistas se mostraron disconformes debido a la negativa oficial a aceptar rebajas en las retenciones a la soja, girasol y carne, bajas adicionales en trigo y maíz y la apertura total de los mercados de exportación. Para expresar ese malestar y celebrar el primer aniversario del inicio del lockout que forzó la derogación de la Resolución 125, convocaron a los productores a concentrarse mañana en las rutas del país. Pese a haber frenado entonces el aumento en las retenciones a la soja y haber conseguido luego varias concesiones por parte del Gobierno, la consigna de la movilización será “A un año y sin respuestas”. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, se mostró sorprendido por la reacción y aseguró que “la convocatoria a las rutas no contribuye en nada”.
Desde el inicio de esta nueva ronda de negociaciones, el Gobierno dejó en claro que no estaba dispuesto a conceder rebajas en las retenciones a las exportaciones de granos. Al ser consultados sobre la posibilidad de reducir la alícuota a la soja, los funcionarios dijeron que en el actual contexto de crisis internacional eso suponía quitarles recursos a otros sectores que recientemente recibieron aumentos en sus ingresos, como los jubilados y los maestros. Cuando les preguntaron por las retenciones al trigo y al maíz, argumentaron que hace menos de dos meses otorgaron una rebaja de cinco puntos para esos cultivos, la cual fue acompañada por la implementación de un programa que contempla recortes adicionales a medida que la producción aumenta.
Esa negativa hizo que la negociación durante los dos primeros encuentros se focalizara en lácteos, economías regionales, carne y trigo, aunque en estos dos últimos casos sin hablar de retenciones. Pese a ello, los dirigentes rurales se mostraron conformes con la propuesta oficial y hace apenas una semana firmaron un acta-acuerdo que contempló la eliminación de las retenciones a los lácteos, subsidios a los tamberos, rebajas de un 50 por ciento en las retenciones de economías regionales, aumento del precio de referencia del trigo destinado al mercado interno, apertura gradual del registro de exportación de ese cultivo, aumento de la cuota anual de exportación de carne y reducción del encaje que les exigen a los frigoríficos, entre otras medidas.
Para evitar cuestionamientos sobre demoras en la implementación, algo que en otras ocasiones había sido cuestionado por los productores, en el Gobierno trabajaron contra reloj y sólo seis días después de los anuncios se publicaron once resoluciones oficializando las medidas. El esfuerzo que realizaron la ministra de Producción, Débora Giorgi, y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, para cumplir con lo prometido no fue reconocido por los dirigentes de la Mesa de Enlace, los cuales comenzaron a endurecer su discurso durante la semana a medida que los grupos más intransigentes mostraron su disconformidad con lo que se había firmado.
Primero realizaron cuestionamientos sobre la redacción confusa de un par de puntos de las resoluciones, luego se quejaron por la supuesta intervención del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien habría estado presionando a frigoríficos para que no convaliden subas de precios en el Mercado de Liniers y ayer por la mañana, antes de la reunión, remarcaron que volverían a insistir con las retenciones a los granos, pese a que conocían la negativa oficial.
Ese preámbulo hizo prever un nuevo desencuentro con el Gobierno, que se terminó haciendo público a poco de terminar la reunión. “Hubo escasos resultados y hemos dejado planteada la enorme preocupación que tenemos”, afirmó el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, apenas lo consultaron sobre los resultados de la negociación. A continuación mencionó rápidamente algunos de los temas que se habían tratado en el encuentro, minimizándolos, y volvió a insistir sobre la necesidad de rebajar las retenciones. “Es una bandera que no vamos a bajar”, dijo. También reclamó una rebaja de los aportes patronales y una “readecuación” de los contratos laborales que, según su visión, en la actualidad fuerzan a muchos productores a tener a sus trabajadores en negro.
Mario Llambías, titular de Confederaciones Rurales, también se quejó por las retenciones a la soja y aseguró que le pidieron a Randazzo que el Gobierno al menos diera quórum en el Congreso cuando la oposición trate un proyecto que prevé rebajas en la alícuota. Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural, por su parte, criticó la intervención que realiza la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) en los mercados agrícolas. “Mientras el comercio dependa del otorgamiento discrecional de los ROE, todo es cartón pintado. Hay que terminar con ese monstruo y devolverle a la Oncca su función original”, remarcó.
La respuesta no se hizo esperar. Randazzo y Giorgi ofrecieron una conferencia de prensa cerca de las 21, en la cual se mostraron sorprendidos por la reacción de las entidades. Ambos funcionarios aseguraron que el encuentro había sido cordial y que durante el mismo habían atendido a todos los requerimientos de los productores, salvo los reclamos referidos a las retenciones y los pedidos para que haya una menor regulación del Estado en los mercados.
Giorgi afirmó que aclararon los reclamos que surgieron a partir de la publicación de las resoluciones sobre carnes, leche y trigo, que les dieron el visto bueno a 18 expedientes de emergencia agropecuaria que establecen el diferimiento impositivo y la refinanciación de los créditos del Banco Nación en distintas provincias, que presentaron un anteproyecto de ley que prevé un estímulo fiscal para incentivar la producción de novillos pesados y que avanzaron con nuevas medidas para incentivar la producción de miel, lana, madera, té, yerba y maní. “Podemos mostrar que seguimos trabajando, aunque a veces parece que no alcanza”, afirmó la ministra. Randazzo, por su parte, remarcó que es esperable que los productores consideren insuficientes las concesiones otorgadas porque la función del Gobierno es responder a las necesidades del conjunto de la población y no sólo de un sector.
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