Néstor Kirchner volvió a suscribir ayer la hipótesis de una posible hecatombe en caso de que el oficialismo pierda su actual mayoría legislativa. “Si Cristina no tiene mayoría legislativa, volvemos a la crisis de 2001. A la pobreza, a la desocupación. Esto explota”, lanzó el ex presidente en el acto que encabezó ayer en San Nicolás, en su habitual recorrida de los martes en la provincia de Buenos Aires.

Kirchner dijo no estar preocupado sobre las críticas que había recibido a propósito de su discurso del lunes, en el acto realizado en el Luna Park por las agrupaciones políticas y sociales kirchneristas. Allí había sostenido que en caso de que el oficialismo perdiera la mayoría en el Congreso “volveríamos a caer en el vacío”. Incluso ayer retomó la idea en su discurso. Convocó a “ponerle votos al proyecto nacional y popular por todos lados” y a “apoyar a Cristina, para que cuente con gobernabilidad plena”.

Kirchner aseguró que su intención no era asustar con sus advertencias sobre las consecuencias de un triunfo de la oposición, pero afirmó que una derrota del kirchnerismo provocaría “indigencia, desempleo y pobreza” y dijo sentir “escalofríos” de sólo pensar en un gobierno de la “alianza residual”.

Al hablar ante militantes peronistas, acompañado por el gobernador Daniel Scioli, el intendente de San Nicolás, Marcelo Carignani, y el diputado José María Díaz Bancalari, el ex presidente destacó también las decisiones del Gobierno de disponer la participación accionaria estatal en empresas privatizadas como Siderar, para “defender el trabajo y la producción del país”. “Hay críticas que dicen que el Estado interfiere en la economía privada. Ustedes tienen una gran empresa, que fue privatizada en los ’90, que es Siderar”, dijo al referirse a la ex Somisa.