“El ciclo kirchnerista está terminado, lo importante ahora es cumplir con una transición civilizada”, sentenció el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y desató la previsible reacción del gobierno nacional. “Las declaraciones de Macri son temerarias y desafortunadas, atentan contra las instituciones, contra un gobierno que ha sido elegido por el pueblo argentino con más del 46 por ciento de los votos hace un año y medio”, le respondió el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

Macri embistió con inusual crudeza contra el oficialismo. Además de augurar el “fin del ciclo kirchnerista”, sostuvo, entre otras cosas, que el ex presidente Néstor Kirchner le mintió. “En la primera reunión (después del ballottage de 2007) me dijo: ‘Ingeniero, quiero decirle que soy respetuoso de las decisiones populares y siempre he apoyado a la gente elegida, así que voy a apoyar todos los programas de inversión de la ciudad’. Y no cumplió una”, aseguró Macri.

“Ojalá que se den cuenta de que les faltaron el respeto a los vecinos no traspasando los recursos (de la Policía Federal), no dándonos el transporte, no dejándonos financiar para hacer las obras que tenemos que hacer”, cuestionó el líder de PRO, que le pidió al oficialismo que “deje de inventar agendas paralelas, que no tienen nada que ver con la realidad”. Se refería a las declaraciones de Kirchner, que negó que la presidenta Cristina Fernández fuera a renunciar si el resultado de las elecciones le es adverso.

Mientras acompañaba a Kirchner en una caminata, Randazzo le respondió a Macri. “No quiero creer que escondan la intencionalidad de un sector de la oposición, como ocurrió con las declaraciones de un representante del sector agropecuario que no hace más que alarmarnos”, aseguró el ministro del Interior. Se refería al diálogo entre el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, y el periodista Mariano Grondona, en el que especularon entre risas sobre la posibilidad de que CFK dimita y asuma en su lugar el vicepresidente Julio Cobos para completar el mandato.