Si la causa por la desaparición del testigo Jorge Julio López ya se encontraba en terapia intensiva, ayer entró en estado de coma. La sala I de la Cámara Federal de La Plata, presidida por Alberto Durán, decidió dejar el caso en manos del juez Manuel Blanco, con el presunto objeto de que “desarrolle en forma continua y sin dilación” la tarea investigativa. “Con frases rimbombantes la Cámara hizo lo peor para la causa, lo único que no podía hacer: le dio la instrucción a Blanco, quien ya la rechazó por escrito porque dijo no conocerla”, dijo la abogada querellante Guadalupe Godoy. Según explicó la letrada a Página/12, los camaristas debían decidir si el voluminoso expediente iba a ser llevado o no por la secretaría especial sobre delitos de lesa humanidad, pero no podían sacarle la instrucción a la fiscalía de primera instancia, porque una decisión del fiscal de Cámara técnicamente la había dejado radicada en despacho del fiscal Sergio Franco, que sí la conoce y la trabajó. Godoy anticipó que apelarán a Casación y pedirán un plenario urgente de la Cámara.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux