EL PAíS
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Misceláneas
Los muchachos de Casella. El “apodo” de Romero. Un souvenir para D`Alema. Grassi, ausente con aviso. Cafiero vs. Bravo. Bernardo no tiene nada de mudo. ¿Quién se cuelga del cable de Stubrin? Pierri puso un pie en el Congreso. Un ¿chiste? en lo de Alak. Una oferta para Dady Brieva.
Cambio forzoso
Lanzaron el bar con bombos y platillos. Pero el espíritu de los hombres de Elisa Carrió está herido. Es que el mítico lugar de encuentro dejó abruptamente de llamarse Bari Bar. ¿Qué pasó? Dicen las malas lenguas que hombres que responden políticamente al ex ministro y embajador radical Juan Manuel Casella “invitaron” a retirar el cartel del lugar. Casella, vale aclarar, es el jefe político de la fundación que alquila el inmueble que el ARI utiliza de paraninfo.
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Chino
No fue una semana menemista. Y eso se notó en todos los ámbitos. Incluso en el Parlamento, donde un viejo legislador del PJ se preocupó en endilgar a Juan Carlos Romero el apodo de “Hong Kong”. ¿Por qué Hong Kong?, quisieron saber en la férula del gobernador de Salta y compañero de fórmula de Carlos Menem. “Porque habla como un inglés, viste como inglés, pero es chino.” Para los porteños, un dato no menor: chino en el norte argentino es sinónimo de berreta.
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Souvenir
Massimo D`Alema llegó en silencio. Y mantuvo en su breve paso por la Argentina un decidido bajo perfil. De su agenda sólo se conoció un encuentro: el que mantuvo con la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto. Pero lo que pocos sabían es que el presidente de los demócratas de izquierda de Italia también se dio tiempo para una reunión con miembros del Círculo Político Cultural Enrico Berlinguer. No hubo grandes sorpresas para la audiencia: habló, previsiblemente, de la “esperanza” que generaba Lula en la región y despotricó contra el primer ministro italiano Silvio Berlusconi. La sorpresa, en todo caso, se la llevó él. Fue cuando, en agradecimiento por su presencia, Gentili, del Círculo, le entregó una cacerola utilizada durante las interminables protestas.
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Ausencias
Como todos los años, la Fundación Estirpe hizo un encuentro con fuerte presencia política. No faltó casi nadie. En el hotel Sheraton estaban Carlos Menem y su mujer Cecilia Bolocco. También los mediáticos Carlos Perciavale y Tristán, un insufrible cholulo del menemismo devenido en candidato a intendente de Pergamino. Y, además, figuras como Amadeo Carrizo, Ubaldo Rattín y el doctor Lorenzo Borocotó. Quien obviamente no estuvo, como en otros años, fue el padre Julio Grassi, detenido y acusado por abuso de menores. En su lugar, quien bendijo los premios que allí se entregaron, estuvo el padre Alberto, tan vivado y aplaudido como Grassi.
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Discusión
Fue durante la presentación del libro La Argentina robada, de Mario Cafiero. De golpe al lugar llegó Antonio, padre del anfitrión y fanático de Boca. Y se cruzó con Alfredo Bravo, socialista y fanático de River. Tony le mostró los dos dedos en “V”. No era, en esta oportunidad, el clásico saludo peronista, sino una regia cargada por el 2 a 1 de Boca a River. Para que no quedaran dudas, agregó el fastidioso “hijos nuestros”. Hasta ahí Bravo se había contenido. Hasta ahí..., porque inmediatamente le respondió. “Dejate de joder, ustedes son deportivo dos pelotazos, lo único que festejan son dos pelotazos”, dijo en clara alusión a los zapatazos de Marcelo “tres dedos” Delgado.
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Thanks Berny
A beneficio de su fundación, el doctor Daniel Stambulián realizó un torneo de golf en Miami. Exactamente en el Crandon Park de Key Biscayne. No le fue nada mal. Cada uno de los 70 participantes pagó 240 dólares para mostrar sus bondades en el juego de los palos y la pelotita. Entre ellos José Luis Clerc, quien hizo fama de buen golfista pese a que su especialidad es el tenis. Pero no llamó tanto la atención la destreza de Batata como la presencia de Bernardo Neustadt, uno de los encargados de entregar los premios. Lo curioso fue que después de tanto despotricar contra Domingo Cavallo por haber criticado a la Argentina desde el exterior, a la hora de los discursos el propio periodista terminó criticando a la Argentina. Lo dejamos ahí.
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Colgada
La historia dice que Marcelo Stubrin tiene en su despacho un televisor con cable. Pero un día el diputado radical comenzó a percibir interferencias en la transmisión. Preocupado, llamó a la empresa de cable para que le solucionara el inconveniente. Comenzaron a revisar y encontraron la respuesta al problema: un par del Congreso se le había colgado. Precisaron que se trató de una mujer. Más aún: que esa legisladora menemista, en alguna de las tantas sesiones, votó decididamente una ley contra las conexiones truchas de cable. ¿Cómo se llama la diputada colgada? Stubrin tiene la respuesta.
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Nada cambia
Carlos Menem dice que la política es el arte de lo posible. Y Alberto Pierri, su discípulo, lo tomó al pie de la letra. Por eso, después de abandonar la presidencia del Senado y sufrir críticas a rolete, volverá a tener una fuerte incidencia en el Congreso. Será a través de un hombre de su confianza, Mario Gómez Ramos, quien ejerció largo tiempo la secretaría general de la presidencia de la Cámara alta. Gómez Ramos ahora se ocupará del “armado administrativo” del subloque Azul y Blanco que el menemismo ideó como parte de la batalla interna con el duhaldismo.
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¿Un huevo en cada
canasta?
Es tan cambiante la situación interna del PJ que ya pocos saben qué es chiste y qué es verdad. Como botón de muestra está lo ocurrido durante acto del viernes en La Plata. Allí Néstor Kirchner logró una foto con el intendente de La Plata, Julio Alak, en lo que parece una competencia con José Manuel De la Sota por el “público bonaerense”. Todo iba viento en popa. Primero habló el anfitrión y después el invitado. Juntos, luego, recorrieron esa sede del PJ local. Fue entonces que uno de los organizadores –seguramente recordando que el cordobés siempre quiso a Alak como compañero de fórmula– tomó el micrófono y sorprendió a los presentes:
–Muchachos, vayan sacándose la remera de Kirchner que hay que ponerse la de De la Sota.
Por suerte, el santacruceño ya se había retirado del salón.
Clases de rosca
Encuestadores, politólogos y consultores se han propuesto la difícil tarea de llevar a la clase política de vuelta a las aulas. Coordinados por Doris Capurro, y con el aporte de Torcuato Di Tella y Manuel Mora y Araujo, los especialistas de la comunicación realizarán en diciembre el primer curso intensivo de Management Político en el paquetísimo Museo de Arte Metropolitano. Para darle sustento teórico al viejo oficio de “rosquear”, Capurro viajó a Barcelona, donde consiguió el auspicio de la UniversitatOberta de Catalunya, y a Washington, donde obtuvo un guiño de la George Washington University, interesada en expandirse en esas latitudes. Los demás profesores gastaron teléfonos para convencer a los alumnos aplicados. A cambio de la módica suma de 800 pesos –poco más de cinco subsidios para jefes y jefa de familia–, ofrecen ciencia que promete éxitos en las próximas elecciones. Andaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
* Colaboraron Nora Veiras y Alejandro Gaggero.