La viceministra de Trabajo, Noemí Rial, aseguró ayer que su cartera mantendrá “el poder adquisitivo de los trabajadores”, luego de otra reunión de la Mesa del Empleo en donde representantes del Gobierno, empresarios y sindicalistas discuten qué sucederá el año que viene con los 100 pesos de aumento a los salarios. La sorpresa la aportó el representante de Economía en el encuentro que se mostró de acuerdo en llevar esa suma a 150 pesos, tal como reclama la CGT de los gordos. “Economía avaló que se fortalezca el poder de compra para reactivar el aparato productivo”, se agrandó el titular de la CGT, Rodolfo Daer.
La reunión no registró mayores avances porque empresarios y sindicalistas siguen sin ponerse de acuerdo. En cambio, el Gobierno parece cada vez más favorable a mantener o aun aumentar la suma extra a los salarios que se otorgó como compensación a la pérdida causada por la inflación. “Los 100 pesos de aumento están vigentes hasta diciembre y para nosotros ese es un tema finiquitado, pero hay que garantizar el poder adquisitivo de los salarios y en última instancia es una decisión del gobierno nacional cómo, cuándo y de qué manera se va a garantizar ese poder adquisitivo”, puntualizó Rial.
Según el relato de los participantes del encuentro, el subsecretario de Coordinación de Economía, Carlos María Llaurado, sostuvo que había que incrementar el poder adquisitivo de los asalariados, lo que se interpretó como un visto bueno del ministro Roberto Lavagna a subir 50 pesos más a los sueldos a partir de enero. Los estudios que presentó la CGT buscaron demostrar que los 100 pesos extra que cobran los trabajadores fueron directamente al consumo, por lo que si se decide aumentarlos –explicaron- ayudarán a reactivar la economía.
Los empresarios, en cambio, tienen otras preocupaciones. Los representantes de las PyMes, CAME y CGE sostienen que las bajas de ventas que sufrieron en lo que va del año no les permiten continuar pagando los 100 pesos luego de diciembre. En cambio, los grandes empresarios representados por la UIA dan a entender que podrían aceptar una prórroga del pago de los 100 pesos durante los primeros meses del 2003, hasta tanto asuma el nuevo gobierno. Eso sí, aclaran que la suma debe seguir sin incorporarse al salario, un pretensión con la que Economía coincide.
Para atender a las diferentes preocupaciones, el encuentro pautado para la semana que viene se desdobló. El lunes se reunirán los representantes de Trabajo, sindicatos y la UIA, mientras que el miércoles lo harán los de Economía, la AFIP y las PyMes. Es que los dirigentes de las pequeñas y medianas empresas piden compensaciones impositivas para cumplir con el aumento salarial, que serán estudiadas aparte.
“A diferencia de la última reunión de la Mesa de Empleo, los empresarios manifestaron sus inquietudes ante el planteo de recomposición del poder de compra de los trabajadores y no expresaron un no rotundo como en otras oportunidades”, explicó Daer. En tanto, la delegación de la CTA, integrada por Horacio Meguira y Martín Ures, le presentó a la Mesa un documento en el que reclamó “un shock distributivo para recuperar la actividad económica”. Ures opinó que “desde el Gobierno se preocupan por si los 100 o 150 pesos son o no remunerativos, pero la verdadera discusión debe pasar por una adecuada distribución del ingreso”. La CTA propone la puesta en marcha de un seguro de Empleo y Formación. Entre otros puntos, eso incluye la implementación de un salario universal de 380 pesos por mes, más 60 pesos por cada hijo menor de 18 años.
La CGT disidente de Hugo Moyano no participa de las deliberaciones porque reclama que se reactive el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, estancado en 200 pesos desde junio del ‘93.