EL PAíS
› CITACIONES EN EL JUICIO DEL ATENTADO A LA AMIA
Beraja vuelve a Tribunales
› Por Raúl Kollmann
El juez Claudio Bonadío hizo numerosas citaciones en la causa en la que se investigan las irregularidades en la investigación del atentado contra la AMIA. El magistrado citó al ex titular de la DAIA Rubén Beraja a los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia a un íntimo amigo del comisario Juan José Ribelli y a cinco jefes y agentes de la SIDE para aclarar, entre otras cosas, sobre el pago que se le habría hecho al principal imputado, Carlos Telleldín, para que éste declarara en la causa contra un grupo de policías bonaerenses.
El expediente que tramita Bonadío se inició con las acusaciones de Claudio Lifchitz, un ex secretario de Galeano que denunció que la investigación del atentado fue boicoteada por el juez y la SIDE para ocultar el hecho de que la central de espías estaba haciendo un seguimiento del grupo terrorista, pero éste se les escapó y perpetró el ataque contra la mutual judía. Para tapar esa ineficacia –según Lifchitz- se armó una investigación trucha en la que se les echó la culpa a los policías pagándole a Telleldín para que realice la acusación.
También Lifchitz señaló que la Side puso en marcha escuchas telefónicas sin orden judicial y que “los errores que se cometieron en la investigación no fueron omisiones o negligencias sino que fueron hechos adrede”.
A Rubén Beraja se le preguntará si el Banco Mayo o la DAIA, las dos entidades que por entonces presidía, aportaron dinero para pagarle a Telleldín y también se le pedirá testimonio sobre las relaciones entre el presidente Carlos Menem, la SIDE, el juez Galeano y los propios dirigentes de la comunidad judía.
Por el lado de la SIDE fueron convocados Juan Carlos Anchezar, el segundo en la jerarquía detrás de Hugo Anzorreguy, y Alejandro Brousson, uno de los principales investigadores del caso. Además, dos agentes de apellidos Coppe y Di Cesare. A ellos también se les preguntará por el pago a Telleldín e igualmente por las fechas en las que se ordenaron las escuchas de Telleldín y su círculo familiar. Uno de los hechos más sorprendentes es que a pocas horas del atentado contra la AMIA ya existe una orden de intervenir los teléfonos de Telleldín cuando hasta ese momento ni siquiera se sabía claramente que había estallado un coche-bomba y menos todavía que se trataba de la Traffic que había sido propiedad de Telleldín.
El juez Bonadío igualmente citó a un íntimo amigo del comisario Juan José Ribelli: su chofer y secretario Juan Carlos Nicolau. En su momento, Nicolau declaró contra Ribelli y especialmente lo complicó en aspectos relacionados con la increíble fortuna que acuñó el otrora comisario de la Bonaerense. El defensor de Ribelli, José Manuel Ubeira, quiere saber ahora si Nicolau fue presionado para declarar contra Ribelli.