El candidato opositor iraní Mir Hussein Mussavi rechazó ayer el acuerdo propuesto por el régimen islámico y reiteró que sólo aceptará un recuento hecho por un organismo independiente. “Sugiero que se lleve el caso a un órgano respetuoso de la sharia (ley islámica), legal e independiente, aprobado por todos los candidatos y apoyado por estos altos responsables religiosos que intentan resolver el caso”, propuso desde la página web de su diario, Kalemeh. El Consejo de los Guardianes, el órgano que tiene la última palabra en las elecciones, les dio el viernes 24 horas a los candidatos opositores para presentar delegados que fiscalicen la comisión ad hoc que volverá a escrutar el 10 por ciento de los votos. Pero ninguno de los dos candidatos reformistas aceptaron, aun cuando los sectores más críticos dentro del Estado, liderados por el ex presidente Akbar Hachemi Rafsanyani, apoyaron la idea.

Ayer la Asamblea de Discernimiento, el máximo órgano de arbitraje entre los poderes en Irán, le pidió a todos los candidatos presidenciales cooperación. “La Asamblea de Discernimiento cree que la mejor vía y la más apropiada para resolver los conflictos son los canales legales”, aseguró la institución a través de un comunicado. El órgano se ocupa de mediar en las disputas entre el Consejo de Guardianes y el Parlamento. Varios miembros de éste último se reunieron en los días con Mussavi para buscar una salida institucional a la crisis política que se instaló en el país desde la elección presidencial del 12 de junio. El resultado, señalaron los medios iraníes, habría sido la propuesta de crear una comisión que investigue las más de 600 irregularidades denunciadas por la oposición y haga un recuento parcial.

Según explicó Mussavi en su nuevo mensaje, el 10 por ciento de los votos y la revisión de las irregularidades, como plantea el Consejo de los Guardianes, es demasiado superficial como para dar vuelta la abrumadora victoria que el presidente Ahmadinejad obtuvo, según cifras oficiales. El mandatario fue reelecto con un poco más del 63 por ciento, mientras que Mussavi no alcanzó el 25 por ciento de los votos. El único que aceptó la propuesta del Consejo fue el candidato ultraconservador, Mohsen Rezaeí, quien quedó último muy lejos.

Pero mientras por un lado el régimen hace un gesto y propone una nueva mesa de discusión, por el otro lado el presidente Ahmadinejad y la policía, que depende de él, continúan persiguiendo y repudiando los cuestionamientos a los comicios, tanto dentro del país como en el exterior.

Ayer el mandatario volvió a apuntar contra su par norteamericano Barack Obama. “Habló de reformas y de cambio. ¿Por qué interviene entonces y hace comentarios contrarios a las normas y a la cortesía?”, se quejó en una reunión con jueces en Teherán. Ahmadinejad se mostró cada vez más irritado con los comentarios cotidianos del estadounidense y del resto de los mandatarios occidentales, y prometió venganza. “Cuando los encontremos en conferencias internacionales, los enfrentaremos y los llevaremos por el cuello a juicio”, prometió el líder iraní.

El viernes el G-8, el grupo que nuclea a los ocho países más ricos del mundo, discutió la mejor forma de condenar la represión de las últimas dos semanas, que ya dejó al menos 20 manifestantes opositores muertos, sin cerrar la puerta a las negociaciones multilaterales sobre el programa nuclear iraní, un tema que atormenta tanto a Europa y Estados Unidos hace años. Ayer Ahmadinejad dejó en claro que si durante su primer mandato fue reticente a discutir el asunto, a partir que asuma su segundo período su postura será aún más hermética.

Fronteras adentro, los ataques no son sólo verbales. Según publicó ayer el diario reformista Etemad Melli, la policía allanó la sede del partido por el cual se presentó Mussavi. “Agentes de las fuerzas de seguridad se presentaron en la sede del partido Kargozarán y se llevaron documentos y computadoras”, escribió el periódico sin precisar la fecha del allanamiento. El partido fue fundado en 1995 por tecnócratas y allegados al ex presidente Akbar Hachemi Rafsandjani, el mismo que dirige la Asamblea de Discernimiento y ayer le pidió cooperación a Mussavi.

El mismo diario reformista informó más tarde desde su página web que otro miembro de la campaña de Mussavi había sido detenido esta semana. Sin citar fuentes, el matutino denunció que la policía tiene aislado a Behzadian-Nejad desde el miércoles en alguna cárcel de la capital. Además, el asesor que manejó las relaciones públicas del candidato opositor durante la campaña, Absolfazl Fateh, denunció ayer que el gobierno no le permite salir del país. El reformista estudia en Londres y se había pedido una licencia para participar de la campaña presidencial en su país. Las versiones sobre detenciones y la persecución cotidiana de los opositores no cesan en los blogs y los sitios de Internet que siguen la situación iraní minuto a minuto.