EL PAíS
› TATO ROMERO FERIS QUIERE JURAR, PERO POR AHORA NO LO DEJAN
El peronismo tiene la última palabra
El correntino quiere una banca y tiene el aval de Gioja. Pero también pesan sobre él varias impugnaciones. Por ahora, stand by.
› Por Eduardo Tagliaferro
“Para mí, el pliego de (Raúl “Tato”) Romero Feris ya está aprobado, señaló José Luis Gioja. El comentario del titular de la bancada peronista en la Comisión de Labor Parlamentaria pretendía sondear a los otros presidentes de bloques y ver si los ánimos estaban dispuestos a aceptar que el correntino concretara su juramento en la sesión de ayer. Fue la crítica del liberal Lázaro Chiappe la que llevó a los titulares de las bancadas de la Cámara alta a postergar la movida y reclamarle a la Comisión de Asuntos Constitucionales que remita todos las impugnaciones y antecedentes que se tengan sobre Romero Feris.
“El 12 de diciembre pasado, cuando renunció la senadora Isabel Viudes, yo advertí que se venía esta maniobra”, le dijo Chiappe a este diario. El liberal correntino repite ahora los mismos argumentos que formuló en aquella oportunidad: “Es inconveniente para la imagen del nuevo Senado que haya candidatos aunque sean suplentes que tienen 51 o 52 causas penales abiertas y unos 14 procesamientos”.
Mientras se esperaba el quórum necesario para comenzar la sesión, en la que se aprobó la reforma del reglamento del cuerpo, Romero Feris transitaba por el hemiciclo que rodea al recinto del Senado. Horas antes de que Gioja hablara con sus pares, había almorzado con Tato. Desde hace días que el ex gobernador camina por el Senado. Suele pasar bastante tiempo en el despacho de otro correntino, el justicialista Angel Pardo, quien encabezó la lista del frente que en Corrientes concretó el PJ y el PANU (Partido Nuevo) de Romero Feris. A los buenos oficios que viene realizando Pardo, se suman los llamados telefónicos que José Antonio “Pocho” Romero Feris, hermano de Tato concreta para convencer a los más remisos. Atrás quedaron los tiempos en que ambos hermanos estaban en veredas políticas opuestas.
Nadie podrá decir que Tato no se mueve. En su agenda figuran un almuerzo mantenido la semana pasada con Carlos Menem y por lo menos dos encuentros con el ministro del Interior, Jorge Matzkin. También tuvo tiempo para reunirse con el titular del cuerpo, el cordobés Juan Carlos Maqueda. Por cierto, más allá de las formalidades, el peronismo deberá enfrentar un fuerte debate político cuando decida llevar el tema al recinto. “Los senadores tenemos que recuperar la confiabilidad de la sociedad. No es bueno que el Senado vuelva a convertirse en un aguantadero” confió un senador que no es justicialista a este diario, guardando rigurosa reserva de su nombre.
Para los justicialistas el pliego del correntino está técnicamente en condiciones de ser aprobado. Cuando se renovó la totalidad del cuerpo, la comisión especial encargada de aprobar todos los poderes de los senadores electos, luego de revisar las objeciones formales, dio el visto bueno también para Tato. En ese momento, el correntino estaba en prisión. Figuraba como primer suplente, debajo de Pardo y de Isabel Viudes. La segunda suplente es Catalina Méndez de Medina Landau. El 29 de noviembre de 2001, cuando Viudes prestó su juramento en la cámara, solicitó “la libertad de todos los presos políticos de mi provincia”. Dos semanas después Viudes renunció a su banca. Al día siguiente, desde la cárcel, Tato envió una nota que el misionero Ramón Puerta presentó en la Comisión de Asuntos Constitucionales, en la que pedía que se le tomara juramento.
Luego de la renuncia de Viudes, la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner y la radical rionegrina Amanda Isidori presentaron dos impugnaciones similares. Ambas reclaman el cumplimiento del cupo femenino. Así es que sostienen que el reemplazo de Viudes tiene que concretarlo Catalina de Medina Landau. En agosto de este año ingresó otra impugnación al pliego: la impulsan los judiciales correntinos integrantes de la Central de Trabajadores Argentinos. Ellos le recuerdan a los senadores quesobre el candidato “pesan dos condenas y 14 procesamientos, todos por: abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario, administración infiel, peculado y enriquecimiento ilícito”. El sindicato de judiciales señala también que “los 22 millones que en concepto de retorno rodearon al escándalo IBM-Banco Nación quedan opacados ante el ‘robo del siglo’”. En este affaire, dicen, el Estado provincial adeuda a una empresa contratista “la suma de 47 millones de pesos en concepto de certificados de obras pendientes de aprobación”. Recuerdan que “luego de un irregular trámite administrativo el entonces gobernador de la provincia, poco antes de finalizar su mandato en 1997, firma un decreto autorizando pagar a la contratista la increíble suma de 41.914.292 pesos”. Por cierto que la decisión es un tema político. Hay quienes reparan en que las impugnaciones son posteriores a la aprobación del pliego y que por lo tanto no hay impedimentos técnicos. Pero a nadie le escapa que como los judiciales correntinos afirmaron con todas las letras “Romero Feris intenta conseguir la inmunidad parlamentaria”. Claro que de aprobarse su pliego, su mandato caducaría en 2003. La decisión está en manos del peronismo. Un tema más que sacudirá la interna del oficialismo.
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