“No tuve ninguna presión, ni insinuación, ni vi nada raro. Incluso durante mi primer día de trabajo (Hugo) Moyano y (Armando) Cavalieri me dieron su apoyo. Mi renuncia no tuvo nada que ver con el manejo de los fondos de las obras sociales”, argumentó ayer Mario Koltan en un intento de explicar públicamente por qué fue separado de la gerencia de la APE, el organismo que reparte los fondos de las obras sociales, donde había asumido apenas 48 horas antes. Contra todas las versiones, el funcionario rechazó que su desplazamiento se haya debido a las presiones del secretario general de la CGT, y atribuyó su despido a que “hubo cambios en el gabinete”.

Koltan había sido traído esta semana desde Tucumán por el ministro de Salud, Juan Manzur, para asumir como gerente general de la Administración de Prestaciones Especiales, una repartición con un presupuesto de 938 millones de pesos anuales destinado a las obras sociales. El funcionario es un hombre de confianza del gobernador José Alperovich, que en su provincia lo había puesto como interventor de la Caja Popular, el único banco estatal de la provincia, lugar que dejó para venir a Buenos Aires. Aquí reemplazó en el APE al moyanista Hugo Sola, lo que dio lugar a la ofensiva de Moyano para desplazarlo y recuperar el lugar perdido, según el relato en el que coincidieron varias fuentes gremiales.

Tras la separación del cargo de Koltan, trascendió que en los días que estuvo al frente de la APE el funcionario habría esbozado su idea de cambiar los criterios de distribución de los fondos, por lo que habría tenido un fuerte cruce con Abel Beiroz, hijo del asesinado tesorero de la Federación de Camioneros y jefe del área de Legales del organismo.

Ayer, Koltan negó estas versiones, aunque con una argumentación poco sólida. “Renuncié porque me lo pidió el ministro de Salud, por indicación del Poder Ejecutivo Nacional, para que asuma otra tarea en una Secretaría de Estado del Ministerio de Salud”, dijo ante la consulta de Página/12. Sin embargo, el funcionario dijo desconocer cuál será esa tarea. “La verdad que si le digo le miento, estoy a la espera de que me digan”, definió. También aseguró que no le dieron “ninguna explicación” sobre las razones por las cuales le pidieron el paso al costado. En esa línea, Koltan repartió elogios a los sindicalistas. “No hubo ningún tipo de inconvenientes, al contrario, yo tuve una buena recepción por parte de Moyano y de Cavalieri porque ambos me llamaron por teléfono para apoyarme, e incluso habíamos quedado en una agenda para avanzar la próxima semana; también tuve toda la colaboración de los funcionarios y las secretarias que estaban en ese momento en funciones: no tengo más que agradecimiento para ellos.”

El cuestionamiento de Moyano habría tenido entre sus motivos –más allá de la pelea por el control del organismo que maneja un presupuesto millonario– el hecho de que Koltan sea socio de una empresa de medicina prepaga. En su ofensiva contra el nombramiento, el secretario general de la CGT habría amenazado con volver a acercarse a Eduardo Duhalde; el martes llegó a elogiar públicamente a Duhalde en un reportaje, lo que fue leído como una señal de que las advertencias podían concretarse. Moyano ha sido en su alianza con el Gobierno una ayuda clave para encauzar la conflictividad laboral creciente de los últimos años.

Entre las repercusiones que ayer se escucharon por el cambio en la gerencia de la APE figuró la crítica de Mauricio Macri, quien consideró que Moyano “tiene un poder excesivo”. “Sabemos que Moyano es un hombre que ha tenido mucho poder en los últimos años”, se quejó el jefe de gobierno porteño al ser consultado tras participar de un acto por el Día de la Independencia en la Plaza de Mayo.

Otro que habló sobre el tema fue el gobernador Alperovich, desde Tucumán. Cuadrándose con la versión del renunciado, Alperovich dijo que “Mario está ocupando un puesto importantísimo en el gabinete como subsecretario y creo que ahí hacía más falta”. En la provincia apuntaban que el hombre de Alperovich difícilmente podría volver a la Caja Popular sin que el papelón fuera completo, ya que allí ya fue designado oficialmente su reemplazante.