EL PAíS
› BARRIONUEVO PIENSA RENUNCIAR A SU SENADURIA
En busca de la gobernación
”Así como me voy del club Chacarita en el mejor momento del Chaca, me interesa Catamarca por sobre cualquier objetivo.” Con estas palabras, Luis Barrionuevo admitió ayer su voluntad de candidatearse a gobernador, decisión que anunciaría en unos quince días. Antes, el senador deberá enfrentar a Ramón Saadi en las internas partidarias.
En agosto del año pasado, Barrionuevo sorprendió arrebatándole a Saadi -que ya había perdido la gobernación luego del escándalo por el crimen de María Soledad– el control del PJ catamarqueño. En octubre, el jefe de los gastronómicos se presentó como candidato a senador y logró ingresar por la minoría.
Envalentonado, Barrionuevo quiere ir por más. Primero renunció a la presidencia de Chacarita, y ahora podría abandonar su banca para pelear la gobernación en las elecciones del próximo 30 de marzo. “Hay un pedido de la dirigencia y cuando llegue a Catamarca voy a tomar una decisión”, explicó ayer.
El gremialista deberá pasar antes la prueba de la interna del 5 de enero. El interventor del PJ de Catamarca, Víctor Ramos, anunció la decisión de “levantar la expulsión de los afiliados y dirigentes” que incluía a Ramón Saadi, su esposa, Pilar Kent, y la ex senadora Alicia Saadi. El objetivo de Ramos es buscar un acuerdo entre los dos sectores: el de Barrionuevo, que responde a Eduardo Duhalde, y el de Saadi, respaldado por Carlos Menem. A pesar de las intenciones, el senador dijo ayer que la unidad será posible sólo después de disputar las internas.
Si, como todo indica, finalmente se impone en las internas, el gremialista deberá enfrentar al actual mandatario, Oscar Castillo. Hijo de un ex gobernador de la dictadura, Castillo llegó al poder como cabeza de una alianza entre el radicalismo y otras fuerzas locales después de derrotar a Saadi. Ratificó el apoyo el año pasado, cuando sus candidatos triunfaron en las elecciones legislativas, y buscará su reelección.
Barrionuevo apuesta al desgaste de la gestión Castillo y cuenta con el apoyo de la Casa Rosada. Es que, después de militar en el menemismo más furioso, el gastronómico se convirtió en uno de los defensores claves de la gestión Duhalde.