EL PAíS › ASUMIERON SILEONI EN EDUCACION Y TEDESCO EN UNA DIRECCION ESTRATEGICA
El viceministro Alberto Sileoni ascendió a ministro. El saliente ministro Juan Carlos Tedesco quedó a cargo de una Unidad de Planeamiento Estratégico de Evaluación de la Educación. La Presidenta destacó como prioridad el cambio de la escuela media.
› Por Nora Veiras
“Necesitamos profundizar y tener un modelo educativo que torne estructural la inclusión social. Lograr que los chicos tengan una capacitación tal que no puedan ser excluidos en un mundo cada vez más competitivo y difícil”, dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en una inédita ceremonia doble: puso en funciones a Alberto Sileoni como ministro de Educación y a su antecesor Juan Carlos Tedesco como director ejecutivo de la Unidad de Planeamiento Estratégico de Evaluación de la Educación. Quizá por la novedad del organismo, la Presidenta dedicó gran parte de su discurso a justificar la trascendencia de esa nueva función.
Mientras terminaban de acomodarse ministros, gobernadores, secretarios, amigos y familiares en el Salón Blanco de la Casa Rosada, la Presidenta tomó la palabra porque “si no, después vienen todos a saludar y no se puede”. “Ustedes saben lo que significa la educación como instrumento de movilidad social para este proyecto político que se inició en mayo de 2003. El financiamiento educativo va a alcanzar al 6 por ciento del PBI, el más importante de nuestra historia, construimos 700 escuelas y vamos a lanzar otras 1000, el plan de becas universitarias y secundarias, la distribución de libros de texto. Esta es una verdadera inversión que los argentinos hemos hecho en materia educativa”, enumeró CFK de frente a un auditorio en el que se mezclaban Ignacio Hernaiz (director del canal Encuentro), Tristán Bauer (titular del Sistema de Medios Públicos), Mario Oporto (director de Escuelas bonaerense), Mariano Narodowski (ministro de Educación porteño), Juan Carlos del Bello (rector de la Universidad de Río Negro), Stella Maldonado y Alejandro Demichelis, de Ctera, entre muchísimos otros que ante tanto calor humano parecían añorar el frío de la intemperie.
“A un año del Bicentenario, creamos esta área estratégica. Un punto nodal de la educación es la transformación de la escuela secundaria”, dijo la Presidenta y señaló que “los altos niveles de financiamiento no se traducen en la calidad educativa. Por eso decidimos crear una área separada de lo diario, lo cotidiano, como una señal muy clara para pensar lo que nos falta”. Abogó por la armonización de una formación humanista y práctica que “articule las nuevas tecnologías con el libro” y promovió “un cambio en la metodología de enseñanza”. Antes de tomarles juramento a los funcionarios que cambian de funciones, la Presidenta destacó que “Tedesco es una cabeza importante para pensar y formar un equipo que pueda diseñar y llevar adelante esto” y dijo que Sileoni tendrá que articular con Salud y Desa-rrollo Social para garantizar los niveles de inclusión de los chicos. “Estas dos designaciones implican la reafirmación de lo hecho y profundizar en lo hecho en materia estratégica”, insistió.
Los aplausos dieron paso a la formalidad de la ceremonia. Ubicados a un costado de la primera fila, el intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez, y el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, se pararon antes de tiempo y la Presidenta se sonrió al detectar el offside. Raudos, los dos volvieron a sentarse. El escribano Pedro Natalio Echegaray se acercó entonces a la mesa para leer los decretos con cada nombramiento. Apenas mencionó a Sileoni, una ovación inundó el salón con el típico fervor peronista, aunque se abstuvieron de cantar la Marcha. Menos bullangueros pero también entusiastas fueron los aplausos para Tedesco.
A diferencia de otras épocas en que las sotanas eran presencia obligada en todo acto educativo, ayer no se vieron curas. Tanto el nuevo ministro como el saliente juraron sólo “Por la Patria” cumplir con los compromisos de sus cargos. Efusivos saludos entre CFK, Tedesco, Sileoni y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, coronaron la asunción. De inmediato empezó el éxodo de los ministros Florencio Randazzo, Julio De Vido, Carlos Tomada, Nilda Garré, Jorge Taiana, Juan Manzur, Julio Alak, Lino Barañao; de los gobernadores peronistas Juan Manuel Urtubey (Salta), Daniel Scioli (Buenos Aires) y Gildo Insfrán (Formosa), del socialista Hermes Binner (Santa Fe) y de la arista Fabiana Ríos (Tierra del Fuego), y de los secretarios Carlos Zannini (Legal y Técnica) y Oscar Parrilli (general).
Sobreponiéndose a los apretujones, amigos y conocidos se disputaban espacio para saludar a Tedesco y a Sileoni. Ajena al protocolo, una de las nietitas del nuevo ministro se llevaba los elogios. En el Palacio Sarmiento no había quedado nadie: la segura nueva viceministra María Inés Volmer; el secretario de Políticas Universitarias, Alberto Dibbern; el subsecretario de Coordinación, Daniel Iglesias, se mezclaban con pedagogos y gremialistas como Daniel Ricci, de los universitarios de Fedun. Antes de que el salón se vaciara llegó el senador Daniel Filmus. El “diálogo” con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, lo había demorado (ver página 7). Los protagonistas de la ceremonia lo habían secundado en su gestión como ministro.
En los corrillos, la pregunta que no encontraba respuesta era cómo se conciliará el trabajo entre el ministerio y Tedesco. La Presidenta no mencionó en su discurso la nueva ley de financiamiento educativo como uno de los temas que tendrá que definir Tedesco. Un ministro provincial marcó sus dudas ante Página/12: “El financiamiento yo lo tengo que discutir con Sileoni y Economía. ¿Cómo lo voy a hablar con Tedesco? Eso hace a la gestión”.
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