El diputado electo de Unión-PRO Francisco de Narváez aseguró que le “preocupa” y sigue “de cerca” la situación que se está viviendo en el seno de la conducción de la CGT, y consideró que la crisis es “parte del cimbronazo” de la derrota electoral que Néstor Kirchner sufrió el último 28 de junio. Para De Narváez “cuando una parte de la dirigencia peronista se juega claramente por un proyecto que fracasa electoralmente como fue el de Kirchner, las consecuencias se sienten”. Su compañero de lista Felipe Solá coincidió en que la pelea en la CGT se produjo porque “no se procesó la derrota” de las últimas elecciones. “En primer lugar, no es bueno que se fracturen las organizaciones y es un mal síntoma, pero lo que tampoco es bueno es que pasen las elecciones donde se dice haberse jugado el proyecto, y no se haya sido capaz de procesar esa derrota”, apuntó el ex gobernador bonaerense, quien sostuvo que la central obrera, “a través de su secretario general, Hugo Moyano, jugó fuerte” a favor del oficialismo.