EL PAíS
› EL PAPEL DE LA POLICIA BONAERENSE ES LA CLAVE
Empieza el Juicio Cabezas II
› Por Raúl Kollmann
El próximo lunes se iniciará en Dolores el llamado Juicio Cabezas II. En verdad, el acusado será uno solo, el ex comisario Alberto “La Liebre” Gómez, jefe de la policía bonaerense en Pinamar en el momento del asesinato del fotógrafo. Lo que se intentará saber es si la Bonaerense estableció una zona liberada para que se cometa el crimen y si Gómez actuó en asociación con los otros tres policías involucrados y con los cuatro ladrones que los policías contrataron para realizar la operación. En el juicio oral anterior los jueces señalaron que el autor ideológico del crimen fue Gregorio Ríos, el jefe de la custodia de Alfredo Yabrán, pero la familia del supercartero siempre insistió en que toda la operación del asesinato fue obra de policías bonaerenses y obedeció a una venganza de ex jefes de la Maldita Policía contra el entonces gobernador Eduardo Duhalde, su secretario de Seguridad, Eduardo De Lázzari, y la revista Noticias. En este juicio podrían aparecer evidencias sobre los movimientos de la Bonaerense en el asesinato.
Inicialmente, la Justicia había sobreseído al ex comisario de Pinamar y los abogados del propio Gómez consiguieron que no se sentara en el banquillo de los acusados en el primer juicio oral. Sin embargo, Alejandro Vechi, abogado de la familia Cabezas, y Oscar Pellicori y Norma Pepe, letrados de Noticias se opusieron al sobreseimiento y la Cámara de Apelaciones les dio la razón, por lo que ahora Gómez será juzgado. Los puntos clave son dos:
u Si aquella noche del 25 de enero de 1997 hubo o no una zona liberada. En ese momento en la comisaría estaba sorpresivamente de guardia personal del Operativo Sol que casi no conocía la zona. Hubo dos avisos de que había movimientos raros alrededor de la casa del empresario Oscar Andreani, a la que Cabezas había concurrido. Después del secuestro del fotógrafo, hay testigos que mencionan que de inmediato pasó un patrullero.
u Se buscará evidencia de la relación entre Gómez y Gustavo Prellezo, el oficial de la Bonaerense que encabezó la operación del crimen Sergio Camaratta y Aníbal Luna los otros efectivos que cooperaron con el asesinato. Lo que se analiza es si el plan de secuestrar a Cabezas, llevarlo a una cava oscura y matarlo con dos tiros en la nuca fue urdido por jefes de más envergadura o si, como se señaló en el primer juicio, se trató de una movida torpe de policías de poco nivel y ladrones de un barrio humilde de La Plata, todos supuestamente inducidos por un jefe de custodia de un empresario al que no le gustaba que le sacaran fotos.
En este segundo juicio no existe la expectativa que había con el primero, pero lo cierto es que deberían surgir evidencias de importancia. Hay otros dos datos que no alientan sorpresas. El primero es que el tribunal será prácticamente el mismo del primer juicio. El segundo es de índole política: Eduardo Duhalde, el hombre que desestimó la llamada pista policial y que impulsó la acusación contra Yabrán y tácitamente Carlos Menem, hoy está en la Casa Rosada.