El país se quedó ayer sin cronograma electoral. Fue tras un fallo de la Cámara Nacional que estableció que las internas abiertas y obligatorias siguen vigentes y que igualmente tiene vida el decreto que las había convocado para el 15 de diciembre. Como no hay tiempo para hacer la interna en esa fecha, todo parece volver a foja cero. La movida clave ahora consiste en que la semana que viene, con acuerdo del PJ y la UCR, se vote en el Congreso una ley que suspende las internas abiertas y simultáneas por esta vez. Así se habilita a cada fuerza política a que realice la elección interna el día que quiera. Eso significaría que la UCR votaría el 15 de diciembre y el PJ el 19 de enero, siempre que no haya maniobras de alguno de los sectores internos para correr esas fechas. Con tales previsiones a la vista, en la Casa Rosada juran y perjuran que la elección nacional se hará el 30 de marzo y la segunda vuelta un mes más tarde, aunque en este terreno también aparecen quienes dicen que esas fechas se van a correr. La estación de llegada de semejante proceso tortuoso sería la entrega del poder el 25 de mayo.
Tal como adelantó este diario a principios de octubre, el fallo de la Cámara Nacional Electoral (ver aparte) revocó las decisiones adoptadas por la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría. El tribunal consideró que un ciudadano común y una jueza no tienen legitimación para voltear una ley que votaron en el Congreso representantes elegidos por sufragio popular. En este caso, para colmo, José Salvatierra ni siquiera se veía afectado por la cuestión de las internas ya que no es afiliado a ningún partido. Además, la Cámara sostuvo que un magistrado debe expedirse sobre un caso concreto: “Sólo se puede divorciar alguien que es parte de un matrimonio y la sentencia de divorcio que se dicte no rige para todos los matrimonios”, ejemplificaba anoche uno de los jueces.
Una vez llegados a esta conclusión, la Cámara consideró que está vigente el decreto que convoca a las internas abiertas y sumultáneas para el 15 de diciembre. Los mismos integrantes del tribunal obviamente consideraban lógico que el Poder Ejecutivo dicte un nuevo cronograma, algo que puede hacer con otro decreto. Por lo tanto, cuando se emitió el fallo igual quedaba claro que las internas no se harían en diciembre. Ayer por la tarde, el ministro del Interior Jorge Matzkin y el viceministro Christian Ritondo dejaron en claro que su plan A es que el Congreso vote una ley anulando las internas por esta vez:
u La UCR está de acuerdo porque quiere que las internas y la elección presidencial se hagan cuanto antes y lo más lejos posible de la elección de diputados, senadores y gobernadores. El radicalismo sabe que tiene mal pronóstico para las presidenciales y si se hacen separadas de las legislativas tienen mejores posibilidades en estas últimas y en especial en las elecciones de gobernador de varias provincias.
u En el PJ, el duhaldismo estaría de acuerdo y todo indica que los diputados y senadores de Carlos Menem también podrían dar su voto porque creen que si la interna se hace el 19 de enero no está mal.
u Con estos votos y los de otras fuerzas deberían conseguirse los 129 diputados que aprueben la ley de suspensión de internas. También estaría la mayoría en el Senado.
u Toda esta movida libera a cada partido para que haga la elección interna en la fecha que fije el propio partido y de acuerdo a su carta orgánica.
Aunque la ley de suspensión de la interna se trataría la semana que viene, este domingo será el momento de consensuarla con los gobernadores y legisladores de los dos partidos mayoritarios. Allí, en Olivos, se le pondría el moño a este paquete. Por las dudas, el viceministro del Interior preparaba anoche un cronograma para el caso de que no hubieraacuerdo ni ley del Congreso. En esa eventualidad, las internas abiertas y simultáneas se harían a mediados o más bien fines de enero, una eventual primera vuelta de la elección general el 20 o 27 de abril y una segunda vuelta el 11 y 18 de mayo, fecha que le encantaría al duhaldismo porque significa que recién habrá un presidente electo con mucho poder apenas una semana antes de la entrega del mando. Este cronograma no regiría si hay acuerdo y la ley se vota en la semana, caso en el que por fin habría un cronograma electoral decidido por los políticos en el Parlamento y no en idas y vueltas judiciales. Hasta el momento, hay tres partidos que tienen fijada su interna:
u Acción por la República tiene fecha para el 8 de diciembre.
u La UCR la convocó para el 15 de ese mes.
u El PJ la haría el 19 de enero, aunque se espera más de una tormenta en el terreno justicialista.
Queda todavía un problema no menor por solucionar: la constitucionalidad de la elección presidencial del 30 de marzo. Esto también podría solucionarse en el Congreso esta semana mediante el voto en las dos Cámaras de la aceptación de la renuncia de Eduardo Duhalde y una modificación de la Ley de Acefalía. Eso terminaría de consolidar, sobre bases más o menos firmes, el cronograma completo.
Hay algo cierto: todos dicen que esta vez sí las cosas están en marcha hacia las elecciones, pero todos también desconfían y nadie, nadie, cree que habrá una alfombra de rosas extendida hacia las urnas. Es más, la mayoría de los dirigentes pronostican maniobras, postergaciones y otras calamidades.