Los peritos tasadores de la Corte Suprema llamarán hoy a la puerta del petit hotel donde vive María Julia Alsogaray en Recoleta, pese a sus intentos por frenar el remate de la fastuosa vivienda que ordenó el Tribunal Oral Federal 4 (TOF4) para que compense al Estado por haberse enriquecido ilícitamente. Como último manotazo, su defensora oficial presentó ayer un recurso de revisión de la sentencia con que la ex polifuncionaria fue condenada en mayo de 2004 a tres años de prisión y a pagar 3,1 millones de pesos. Pretende que, al estudiar su planteo, la Cámara de Casación detenga la subasta.

“No hay problema, los voy a dejar pasar”, repitió la ex secretaria de Recursos Naturales al recibir llamados telefónicos tanto de los peritos oficiales como de las inmobiliarias que estimarán el valor de la casona que compró en 1991 y tiene cerca de 1000 metros cuadrados, según pudo saber Página/12. Mañana tendrá la visita de los agentes de las inmobiliarias Bullrich, D’Odorico, y Cornejo Achával. En función de esas tasaciones, a las que se sumarán las de dos departamentos en Recoleta, el TOF4 fijará un precio para que salgan a remate.

Cuando el año pasado quedó firme la condena contra Alsogaray, tras un fallo de la Corte, los jueces Leopoldo Bruglia, María Cristina San Martino y Jorge Gorini la intimaron, en una decisión sin precedentes, a devolver 3.179.207 pesos en función de un pedido que impulsó una ONG, el Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (Cipce). Pero como la ingeniera no entregó esa suma porque dice que carece de liquidez, los magistrados avanzaron con la ejecución de sus inmuebles. El trámite de ejecución ya está encaminado, según explicaron allegados al caso y el TOF ya recibió un listado de unos 200 martilleros públicos de donde saldrá, sorteo mediante, el nombre del que será el encargado de hacer la subasta pública.

Allegados a María Julia hicieron llegar al tribunal la versión de que ella tendría la posibilidad de venderle el petit hotel a un conocido para saldar su deuda. Pero según explicaron fuentes judiciales, en rigor, ella no podría hacer ninguna operación con sus propiedades porque están embargadas. El sobrino de la ex liquidadora de ENTel, Francisco Alsogaray, quien la apuntala informalmente con sus causas penales, pasó ayer por tribunales a ver el expediente y al salir dijo que “María Julia hará lo que la Justicia ordene”.

“Ella recibió y va a seguir recibiendo una persecución política”, se quejó Alvaro Erize, hijo menor de la ex funcionaria. El joven vive con su madre y su esposa en el petit hotel. La pareja pronto dejará la casa, dijo él, “porque lo teníamos planeado de antes”. Alsogaray “va a esperar”, precisó, “y cuando suceda sucederá, supongo que le darán tiempo para hacerlo”. “Se va a mudar a un lugar mucho más chico, posiblemente al departamento de mi hermano, con lo cual no tiene mucho sentido preservar demasiadas cosas” de la casa, señaló. “Por suerte ni mi hermano ni yo nos dedicamos a la política y nos ocuparemos de ella”, dijo.

Alsogaray fue intimada a presentar los títulos de los inmuebles que irán a subasta y tiene, desde ayer, un plazo de tres días. Si no los entrega, el TOF los obtendrá directamente del Registro de la Propiedad Inmueble.

En el recurso de revisión que presentó ayer la defensora ante Casación Eleonora Devoto, dice que la sentencia que condenó a María Julia por enriquecimiento ilícito se contradice en un punto con su reciente procesamiento por el cobro de sobresueldos. El TOF dijo que era difícil acreditar el monto de los sobresueldos por su carácter ilegal; el procesamiento reciente da por hecho que cobró esos extras. Es una discusión accesoria con la que, casi sin salida, Alsogaray busca para el remate. El TOF4 rechazaría el planteo, que luego deberá evaluar la Cámara de Casación. Mientras tanto, la ex secretaria de los tapados de piel tendrá que ir preparando las valijas.