El tema en debate eran los superpoderes y el plenario de las comisiones legislativas de Presupuesto y Asuntos Constitucionales transcurría dentro de la acostumbrada formalidad con la que se desenvuelven los senadores. Hasta que el jefe de la bancada K, Miguel Angel Pichetto, salió al cruce de las críticas opositoras con una pregunta: “¿Nos van a dejar gobernar o no?”, soltó el rionegrino y volvió a defender el proyecto del Gobierno que limita las facultades para la transferencia de partidas presupuestarias al 5 por ciento del total del Presupuesto. El presidente del bloque de la UCR, Ernesto Sanz, le contestó y dijo que “no va a ser el radicalismo el que ponga palos en la rueda”. Luego, el mendocino reconoció que “hay sectores que no quieren que este Gobierno llegue al 2011”, pero –aseguró– “no pertenecen a este ámbito parlamentario”.

Después del inesperado contrapunto, el plenario se trasladó –con acuerdo previo– al jueves de la semana próxima, donde oficialismo y oposición buscarán emitir el dictamen que llegue al recinto. El kirchnerismo impulsará el proyecto del Ejecutivo que limita sus propias facultades. En tanto, el radicalismo insistirá con una iniciativa similar –también limita las transferencias de partidas al 5 por ciento del total del Presupuesto– aunque exige otra reglamentación parlamentaria sobre los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), con los que se asignan los ingresos que exceden los cálculos presupuestados por el Gobierno.

El formoseño Luis Petcoff Naidenoff y el chaqueño Roy Nikisch fueron los voceros de la UCR en el plenario, cuyas exposiciones tampoco estuvieron exenta de críticas al oficialismo. Los cuestionamientos continuaron desde le peronismo disidente. La puntana Liliana Negre de Alonso (del Frejuli de los hermanos Rodríguez Saá) consideró que el 5 por ciento todavía “es un monto sideral para disponer sin control del Congreso, que además es decorativo en la propuesta que se hace”.

Samuel Cabanchick –que rompió con la Coalición Cívica (CC) y armó su propio bloque– se opuso al proyecto oficial y aseguró que la facultad del Gobierno para redistribuir partidas “no siempre se hizo con buen criterio”. Su ex compañera de la CC María Eugenia Estenssoro calificó los “superpoderes” como “una aberración administrativa en aras de la emergencia que puede pasar” y anunció que presentará un proyecto distinto al sus aliados de la UCR en el Acuerdo Cívico y Social.

Hasta allí, la sesión en el Salón de lectura Arturo Illia del Senado y frente a las cámaras de TV transcurría por los carriles previstos. Pichetto rompió la monotonía con su cuestionamiento a la oposición “¿Nos van a dejar gobernar o no?”, les preguntó a los senadores opositores. Luego, el titular del bloque K insistió en que la facultad del jefe de Gabinete para mover partidas presupuestarias siempre se usó de manera “razonable” y apuntó que “también hay mucha hipocresía en el debate público en la Argentina” porque en los ’80 se reformaron muchas constituciones provinciales “dándoles mucho más poder a los Poderes Ejecutivos en todo el país que fueron antecedente de la reforma (constitucional) del ’94”.

Sanz, que no tenía previsto hablar, fue el encargado de salirle al cruce. Dirigiéndose a Pichetto, el jefe de los senadores radicales dijo que “en la Argentina de hoy hay parlamentarios de buena fe que tienen que lidiar con funcionarios de mala fe, que no han entendido qué pasó el 28 de junio” y negó que la oposición busque “retacear” instrumentos para que el Ejecutivo pueda gobernar.

“Si gobernar es llevarse todo por adelante –agregó Sanz–, es someternos a la hipocresía de creer que el diálogo es una foto y luego del diálogo si te he visto no me acuerdo, este proyecto es una fenomenal hipocresía porque acá no hay ninguna limitación.” Frontal, el mendocino reconoció que “hay sectores que no quieren que este Gobierno llegue al 2011”, pero advirtió que “no son los legisladores de la oposición”. Nadie en la sala preguntó a quién se refería y Sanz tampoco quiso precisarlo.