El Gobierno le presentará hoy a la AFA una propuesta de contrato asociativo para la comercialización de las transmisiones de fútbol y por la noche la entidad de la calle Viamonte lo tratará –y se descuenta que lo aprobará– en una reunión de su comité ejecutivo, según pudo saber Página/12. De ser así, el convenio se firmará entre mañana y el jueves y de ese modo la primera fecha del campeonato de Primera División podrá comenzar el viernes con partidos televisados en forma gratuita por canales de aire, al igual que los que se jueguen el sábado y el domingo.

El organismo que firmará el convenio con la AFA será el Sistema Nacional de Medios Públicos que pagará por los derechos de comercialización del fútbol 600 millones de pesos anuales. Según las cuentas que hacen los encargados de diseñar el nuevo esquema, al Estado le quedarán ganancias de la venta de la televisación de los partidos. Fuentes de la AFA comentaron a este diario que Telefe y América TV ya manifestaron su interés en comprarle al Estado la televisación de partidos, además de los que transmitirá el estatal Canal 7.

En principio la operatoria de televisación de partidos lo harían las mismas pymes que lo venían haciendo hasta ahora para Televisión Satelital Codificada (TSC), la empresa que tenía el contrato por los derechos del fútbol hasta 2014 y que fue rescindido el martes pasado por la AFA.

La señal que emita los partidos será bajada por los canales de aire que quieran participar de las transmisiones. Lo que hasta ayer no estaba definido es si para la televisación de los partidos de la primera fecha Telefe y América TV ya iban a estar en condiciones técnicas o sólo lo hará Canal 7 y los otros se sumarán a partir de la segunda fecha. Desde el Gobierno señalan que el sistema está abierto a todos los canales de aire, por lo que si Canal 9 y Canal 13 también quieren participar del negocio estarán en igualdad de condiciones que los otros tres.

Hasta el año pasado los diez partidos de Primera División eran televisados por dos señales de cable, TyC Sports, que transmitía cinco partidos, uno de ellos compartido con Canal 7 los días viernes, y TSC, a cargo de los otros cinco (entre ellos siempre Boca y River) para quienes pagaran un abono extra por el fútbol codificado. Ambos canales pertenecen a los mismos dueños de los derechos de televisación (TyC y Grupo Clarín). También Canal 13, que tenía la exclusividad para transmitir la síntesis y los goles de los partidos a través de su programa Fútbol de Primera.

Según los técnicos de la AFA y el Gobierno, que están en reuniones permanentes desde el viernes pasado, el piso mínimo de ganancia será de 600 millones anuales, pero ambas partes coinciden en que se abren posibilidades de negocios en la comercialización que podrían elevar significativamente ese monto.

Un punto que hasta ayer estaban negociando entre la AFA y el Gobierno es el modo de actualización anual del contrato. Lo que pudo saber Página/12 es que estaban buscando una fórmula que no se atara al índice de inflación ni a la variación del dólar.

El conflicto entre la AFA y TSC fue una derivación de acciones judiciales que hizo el gremio de los futbolistas (FAA) inhibiendo a casi 20 clubes de Primera División y de las categorías de ascenso por falta de pago a sus jugadores. Ante la imposibilidad de hacer frente a esas deudas –muchas veces originadas por malas administraciones en los propios clubes– la AFA resolvió no comenzar ninguno de los campeonatos que organiza hasta encontrar un modo de financiar a los clubes.

El primer paso que dio la AFA en esa búsqueda fue la de plantearles a los comercializadores de los derechos de televisión un reajuste del contrato, para llevarlo de 268 millones anuales a 700 millones. Y paralelamente le pidió al Gobierno que habilite un juego de apuestas en torno de los partidos de fútbol llamado Prode bancado. En el primer caso recibió un no rotundo. En el segundo, la promesa de analizar el pedido.

Ante la negativa de la empresa de modificar el contrato, el martes pasado la AFA decidió rescindirlo argumentando incumplimiento, entre lo que incluye la situación de que la empresa que adquirió los derechos de comercialización del fútbol tiene como clientes a sólo dos empresas y las tres pertenecen a los mismos dueños. De todas manera la empresa ya anunció que iniciará una multimillonaria demanda (se habla de 1500 millones de pesos de piso) a la AFA.

Al día siguiente de dar por terminado ese contrato, la AFA le pidió al Gobierno que intervenga para salvar de la quiebra a gran parte de los 4200 clubes afiliados a la entidad. El jueves pasado el titular de la AFA, Julio Grondona, fue recibido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien le dijo que estaba dispuesta a encontrar una salida siempre y cuando el público pudiera ver todos los partidos gratuitamente y se les garantizara los empleos a periodistas y técnicos que trabajan en las transmisiones.