EL PAíS › JULIO COBOS PRESIONA A LOS RADICALES PARA QUEDARSE CON EL MANEJO DEL PARTIDO
El vicepresidente le advirtió a Gerardo Morales que no lo cuenten para el 2011 si la UCR no es conducida por un hombre de su confianza. Los cobistas buscan encolumnar al radicalismo detrás de su proyecto y en ese marco afirman que Elisa Carrió “está liquidada”.
› Por Sebastian Abrevaya
“Si el próximo titular de la UCR no es una persona de mi confianza, vayan buscándose otro candidato a presidente.” Así lo amenazó Julio Cobos en persona a Gerardo Morales, después de conocer que el actual presidente del Comité Nacional estaba organizando el lanzamiento del movimiento Renovación Federal para pelearle la conducción del partido. En los últimos meses el vicepresidente viene trabajando intensamente para alcanzar dos objetivos: asegurarse un hombre propio al frente de la extensa estructura radical, que le garantice su postulación en 2011, y sacarse de encima a la figura de Elisa Carrió, que según su círculo íntimo “ya está liquidada”. En ese marco los cobistas sentencian que la relación con Lilita “no tiene retorno” desde que dijo que no lo votaría al vice ni en un ballottage, dan por muerto el Acuerdo Cívico y Social y ya piensan en la conformación de un frente alternativo sin la chaqueña.
Aunque no lo hacen públicamente, los laderos del vice reconocen que entre sus planes está darle otra forma al ACyS, más parecida al Frente Cívico Federal mendocino, que tiene en sus filas un sector del peronismo disidente. Así, Cobos sueña con liderar una alianza centrada en la territorialidad de la UCR, con el aporte de los socialistas y sumando esa codiciada “pata peronista” que le sirva para acumular adhesiones en la provincia de Buenos Aires.
La noticia de que el 9 y 10 de octubre Morales, Ernesto Sanz, Mario Negri y Ricardo Alfonsín anunciarán el lanzamiento de su línea interna nacional en Rosario cayó como una bomba en las huestes del vicepresidente. “Es preocupante porque vuelve al modelo del viejo radicalismo, de líneas y peleas internas y no de cara a la sociedad. Claramente la intención es armar una runfla para disputar la conducción”, le dijo furioso a este diario el intendente Mario Meoni, uno de los principales referentes del cobismo. Como la plana mayor de la UCR ya inició el proceso de negociación con los dirigentes más importantes de todo el país para evitar que Cobos se quede con la estructura, los cobistas empezaron a armar su “contraofensiva”.
Por estos días los hombres del vicepresidente analizan un informe sobre los delegados del Comité Nacional que definirán al sucesor. Según la Carta Orgánica de la UCR, el titular del partido surge de la votación de los 102 delegados que componen el Comité Nacional. Ese cuerpo está compuesto por cuatro representantes de cada provincia más otros seis, divididos entre la Juventud, la Franja Morada y la Organización de Trabajadores Radicales.
“Cada uno está contando los porotos para una eventual confrontación”, explica un “monje negro” del vicepresidente que todavía confía en una solución pacífica. Por ahora, las aguas están muy agitadas y no parece haber un punto de encuentro entre el vice, que sólo habla del mendocino Raúl Baglini, y el sector de Morales, que sólo aceptaría a un hombre “de la resistencia” como su sucesor.
Más allá de ser el radical con mejor imagen de cara a la sociedad, el vice tiene una dificultad: como la mayoría de sus hombres se fueron del partido, no tiene operadores que le garanticen una victoria en la compleja estructura de la UCR. Enrique “Coti” Nosiglia es uno de los negociadores más valiosos con los que cuenta el mendocino y está asumiendo personalmente la tarea de acumular poder interno.
Además del apoyo de Nosiglia, hace unos meses Cobos recibió en su despacho a los caciques bonaerenses Fredi Storani y Leopoldo Moreau y hace pocos días sumó al santafecino Luis “Changui” Cáceres, históricamente enfrentados a Morales. En esas reuniones el vice les pidió su “colaboración” para colocar a Baglini al frente del partido. Según sus hombres de confianza, el vice consiguió el respaldo de los miembros de la ex Coordinadora, aunque por lo bajo lamentan que el “establishment” del partido ya no tenga tanto poder como antes para definir al sucesor. Por eso se volvió fundamental el trabajo que hace Cobos y su secretario, Néstor Majul, con la oleada de dirigentes que peregrina a diario por su despacho del Senado.
A la hora de medir sus fuerzas, Cobos cuenta como propios los delegados de Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, Catamarca, Mendoza y Neuquén, entre otras provincias. “Si quieren que Cobos sea candidato a presidente tienen que tener una actitud de respaldo y no que a priori pongan condicionamientos. Morales y compañía no son los dueños del partido. El no va a aceptar ser la marioneta de la UCR como pasó con Angeloz, Massachessi y De la Rúa”, desafió una de las espadas del cobismo. A pesar de sus dificultades para conquistar a los radicales que lo ven como un oportunista, Cobos pone en juego una de sus mejores cartas para ganar la pulseada interna. Consciente del favor que le hacen las encuestas, presiona a aquellos radicales que quieran tener un buen desempeño en sus distritos en el 2011. Si Morales en Jujuy, Sanz en Mendoza, Alfonsín en Buenos Aires o Aguad en Córdoba aspiran a ser gobernadores necesitarán recorrer junto a él sus provincias y él sólo estará disponible para aquellos que le jueguen a favor en diciembre, cuando se renueve la conducción de la UCR.
Aunque el sector de Morales se organizó primero que el del vice, tampoco parece encontrar una figura que acumule consensos, incluso entre los propios. Alfonsín casi no tiene chances porque no integra el plenario de delegados del Comité Nacional y en ese distrito no se renovarán representantes hasta julio del año que viene. El chaqueño Angel Rozas ya fue dos veces presidente del partido y le achacan que no cumple precisamente con la idea de “renovación” que busca marcar el espacio. Se había especulado con la continuidad de Morales pero para eso habría que modificar la Carta Orgánica ya que lleva dos mandatos en el cargo. Sanz es el más codiciado. Es mendocino, de buen trato con el vice y, a su vez, fiel a la orgánica radical. Pero el senador prefiere quedarse al frente de la bancada en el Congreso y rechazó la propuesta. De todas maneras, de ambos sectores mantienen la esperanza de que “priorice el proyecto colectivo”. Ante la falta de alternativas, el cordobés Mario Negri, que venía rezagado por su cercanía con Lilita, parece tomar un poco de aire. Su suerte dependerá, en buena medida, de su habilidad para seducir al vice.
Más allá de la afección de los radicales por las disputas internas, de la elección del presidente del partido también depende la continuidad del Acuerdo Cívico y Social. Carrió amenazó con irse del frente si ganaba un dirigente del “pactismo” –en alusión al vice– y además adelantó que no votaría a Cobos ni siquiera en un ballottage. Ante esos condicionamientos de la líder de la Coalición Cívica, uno de los mendocinos que mejor conoce al vice aseguró que “ella rompió todo puente cuando dijo que no lo votaría a Cobos y eso no tiene retorno”. “Carrió está liquidada pero eso tiene que quedar claro ahora, porque si no va a generar mucho más daño en el 2010, cuando se definan las candidaturas”, le reveló a este diario otro de los estrategas del mendocino. Los cobistas saben que Morales es un hombre mucho más cercano a la chaqueña que a Cobos y le critican que la mayoría de los radicales ya están “hartos” de Lilita.
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