Una vez más los representantes de los sindicatos llamados “gordos” e “independientes” pegaron el faltazo a la reunión de Consejo Directivo de la CGT, convocada por su secretario general, Hugo Moyano, y se mantienen en ese limbo donde no hay unidad ni fractura, una situación que según fuentes de los distintos sectores se mantendrá hasta que se acerque el final del mandato del camionero, en 2011.

Restándoles importancia a las deserciones y amparándose en los números (24 presentes y 6 ausentes), los integrantes del Consejo Directivo que estuvieron ayer a la tarde en la sede de la calle Azopardo avanzaron con el tratamiento de dos temas que eran el eje de la convocatoria. Por un lado le dieron su total respaldo al proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que el Poder Ejecutivo envió al Congreso (ver aparte) y le dieron mandato a los sindicalistas que integran la comisión que analiza cambios en las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART) para que defiendan una serie de pautas.

El punto central del conflicto entre Moyano y sus opositores, dirigentes de gremios de mucho peso, es que éstos quieren tener más poder y sillas en la mesa de negociación con el Gobierno. La exigencia a Moyano comenzó a esbozarse cuando el camionero realizó una manifestación en la avenida 9 de Julio poco antes de las elecciones legislativas para darles respaldo a los candidatos kirchneristas y buscar más lugares para el sindicalismo en las listas de candidatos oficialistas. Aquel esbozo de queja se hizo reclamo de viva voz cuando el kirchnerismo perdió las elecciones en la provincia de Buenos Aires, y los “gordos” incluyeron a Moyano entre los derrotados.

A la reunión de ayer faltaron los gremialistas importantes no alineados a Moyano: los “gordos” Armando Cavalieri (comercio), Carlos West Ocampo (sanidad) y Oscar Lescano (electricidad) y los “independientes” Gerardo Martínez (construcción) y Andrés Rodríguez (estatales).

“No vamos a negar que se trata de compañeros de gremios importantes, pero son 5 o 6 y el Consejo Directivo de la CGT lo integran 30 sindicatos y no son gremios chicos”, le dijo una fuente del moyanismo a Página/12 al término de la reunión de la central sindical. Otra fuente comentó que “los ‘gordos’ hicieron lo mismo hace tres años y antes se lo habían hecho a (Saúl) Ubaldini” y admitió que las diferencias son por cuestiones económicas y de poder.

“Cuando estábamos en el MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos, creado por Moyano en 2000 para oponerse a los acuerdos de los “gordos” con el gobierno de Fernando de la Rúa) era 20 gatos locos y nos la bancamos. Ahora atrás de Hugo hay más de 100 gremios”, comentó la fuente tratando de imponer la lógica matemática. En ese sentido, el moyanismo suele pedir que se le dé la justa dimensión a los disidentes, a su criterio sobrevaluados por los medios.

El tema que llevó más tiempo de análisis fue el de las ART, a las que el Gobierno quiere dar un marco regulatorio más extenso, ya que la actual reglamentación deja varias situaciones sin contemplar.

La CGT no quiere que haya un techo para las indemnizaciones, pero sí un umbral y no sólo para los casos de muerte del trabajador, sino para accidentes graves. Otro punto importante para la CGT y que cuenta con oposición de la UIA es la regulación de los accidentes en “período in itinere”, los que se producen cuando el trabajador está yendo hacia su lugar de empleo o regresando de él. Los sindicalistas también quieren que haya pautas para un fondo de contingencia que las ART cobran, pero, según la CGT, sin ninguna contraprestación.

Al finalizar el encuentro, el secretario general del gremio de Dragado, Juan Carlos Schmidt, informó que la CGT “desea que se sancione una ley que termine con el vacío legal que hay en el tema de las ART” y contó que la central aceptó una invitación a dialogar que les hizo llegar el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, aunque aclaró que “aún no hay fecha ni una agenda determinada”.