Poco después de las 15, directivos del Grupo Clarín denunciaron un “operativo intimidatorio de doscientos inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)” en las instalaciones de la empresa en el barrio de Constitución. A última hora de la tarde, el titular del organismo recaudador Ricardo Echegaray le envió una carta al editor general del diario, Ricardo Kirschbaum, en la que asegura que “NO (en mayúscula en el original) se dispuso llevar adelante ningún procedimiento especial de inspección física en las instalaciones del Grupo Clarín”. La AFIP informó, además, que se desplazó a dos funcionarios por esa medida aunque no los identificó.

En declaraciones a TN, Echegaray explicó que “los procedimientos se arman con programas sobre los sectores de la actividad económica en los que se va a llevar a cabo. Todos recuerdan los que se hicieron sobre los countries, donde más de 500 funcionarios hicieron relevamientos en más de 150 countries”. Señaló además que “hoy (por ayer) estuvimos haciendo otros en edificios de alta gama de Puerto Madero”, en los que participaron “unos 150 funcionarios” y que la fiscalización incluyó a las embarcaciones donde “se labraron más de 60 o 70 actas”. En la carta enviada a Kirschbaum, el titular de la AFIP señaló que más allá de no haber ordenado el operativo de ayer “lo expuesto es, sin perjuicio de las fiscalizaciones de control que se están llevando a cabo a los contribuyentes tras el vencimiento del Acuerdo Fiscal, tareas que incluirán en particular a todos los grandes contribuyentes”.

El gerente de Comunicaciones Externas del Grupo Clarín, Martín Etchevers, dijo que “la AFIP envió unos 50 inspectores a las casas de los directivos y a otras empresas del grupo con requerimientos previsionales y fiscales” y consideró que “se da en un contexto en el que el clima de hostilidad y agresiones hacia la prensa y hacia Clarín en particular llama poderosamente la atención”.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) se quejó por “el inusitado procedimiento” y señaló que le quedó “el sabor amargo que deja la sospecha de la persecución”. La Asociación Empresaria Argentina (AEA) y los referentes de Unión-PRO, Mauricio Macri y Francisco de Narváez; el comité nacional de la UCR, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y la Mesa de Enlace rural se pronunciaron en el mismo sentido.