“Renunciar sería el camino más fácil”, dijo Julio Cobos en respuesta a los pedidos que, desde el Gobierno, le hicieron por la reunión que organizó con los opositores para frenar el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El vicepresidente aseguró que su “compromiso es con la ciudadanía”, por lo que no piensa abandonar el puesto.

Cobos dijo sentirse “muy mal” por la “serie de descalificaciones” recibidas, y recalcó que es “un ser humano que está lleno de sentimientos, pasiones, no un robot”.

“Llega un momento en que uno se cansa de recibir agravios, descalificaciones, maltratos”, expresó refiriéndose a las críticas que le formularon el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el titular del PJ bonaerense, Alberto Balestrini.

El jueves, en el despacho de Cobos en la presidencia del Senado, el mendocino congregó a Mauricio Macri, Francisco de Narváez y los jefes de los bloques legislativos radicales, entre otras figuras de la oposición. En el encuentro acordaron armar una estrategia común para oponerse a la ley de Comunicación Audiovisual y, si el kirchnerismo logra su aprobación, derogarla con otra ley después del 10 de diciembre, una vez producido el recambio en el Congreso.

Con respecto a la discusión en el Congreso sobre el proyecto de ley, Cobos pidió “calma” a los distintos sectores políticos, porque “estamos tratando la ley como si fuera la madre de todas las batallas y esto no es lo que quiere la ciudadanía, en un país que quiere recuperar la tranquilidad, la paz social”.

En medio de una escalada de acusaciones mediáticas, el vicepresidente cosechó un inesperado respaldo del diputado electo de Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas, quien consideró que a Cobos “nadie le puede pedir que renuncie”. Solanas señaló que el titular del Senado “formó parte de la fórmula de un gobierno, de una alianza” que si bien “se rompió, él también fue elegido por el voto ciudadano y no hay nada que diga que tenga que renunciar e irse”.

Si bien el director de cine admitió que “es una situación rara que Cobos sea el vicepresidente y al mismo tiempo aparezca como la figura que agrupa a un sector grande de la oposición”, insistió en el derecho del vicepresidente a permanecer en el Gobierno. La situación que envuelve a Cobos, opinó Solanas, es “muy compleja. Pero imagi-no que el disgusto lo vivirán quienes lo invitaron a conformar la fórmula”.