Las internas del Partido Justicialista, las decisivas para la carrera presidencial, se fijarían para el domingo 23 de febrero. El pequeño detalle es que nadie sabe si se van a hacer y menos todavía qué candidatos van a participar. Los apoderados legales del PJ, designados por el duhaldismo y encabezados por Jorge Landau, trabajan en la convocatoria a un congreso partidario para el 6 o el 13 de diciembre, tal vez en el estadio de Obras Sanitarias. En ese cónclave se tomarán las decisiones. En principio, las internas convocadas por el congreso anterior para el 19 de enero serán postergadas para el 23 de febrero, pero los organizadores del congreso reconocen que se tratará lo que se dio en llamar la solución Romero (porque la propuso el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero). Consiste en que no haya internas y se autorice a todos los candidatos del PJ a presentarse directamente en las elecciones generales.
La frenética interna peronista ha hecho que cada una de las decisiones que se tomen se conviertan casi en un parto. Eso hace que no se haya terminado un conflicto cuando ya se está generando el próximo. En este momento, la secuencia sería la siguiente:
- Después de meses de indefiniciones, se había acordado un cronograma electoral con 20 de los gobernadores y con los jefes de los bloques parlamentarios. Las cosas están ahora empantanadas en Diputados, pero todos dicen que tarde o temprano se aprobará el dichoso cronograma, con la primera vuelta el 17 de abril y la segunda el 18 de mayo.
- El próximo conflicto está en la interna del PJ, originalmente convocada por el congreso que acaudilló el duhaldismo para el 19 de enero. Era en tiempos en que la elección general se iba a hacer el 30 de marzo. Con la postergación de los comicios, también se postergarán las internas. En la Casa Rosada ayer se daba por hecho que la interna se hará, casi seguro, el 23 de febrero, o a más tardar el 2 de marzo. El 8 de marzo el candidato oficial debe estar elegido porque ese día es el último en el que se pueden legalizar candidaturas para la elección nacional.
- Para postergar las internas debe convocarse otro congreso del PJ. En principio, las autoridades partidarias –que responden a Duhalde y a la mayoría de los gobernadores– reunirían el congreso el viernes 6 de diciembre o el viernes siguiente, el 13. El lugar está por definirse: podría ser otra vez en Obras Sanitarias o podría realizarse en territorio provincial.
- Pese a que el objetivo del congreso es fijar la interna, todos los dirigentes consultados por Página/12 admitieron que en el congreso se va a tratar la solución Romero. Consiste en que el congreso permita que los distintos candidatos del PJ se presenten a las elecciones nacionales con el nombre y el logo del PJ, sin hacer una interna previa y sin que haya una única fórmula oficial. En ese caso, Adolfo Rodríguez Saá, Néstor Kirchner, Carlos Menem y José Manuel de la Sota participarían de la elección nacional del 27 de abril, todos por separado y todos con la camiseta del PJ. No faltan quienes dicen que semejante solución no lograría la aprobación del congreso peronista, puesto que significa la división del partido. Otros, en cambio, creen que es una solución para mantener la unidad, puesto que hay candidatos como Rodríguez Saá o Kirchner que amagan con ir por afuera del partido, ya que ven la interna como campo de maniobra de los aparatos. Aun cuando la solución Romero fue ideada en su momento por el compañero de fórmula de Carlos Menem, es poco probable que ahora el riojano la acepte.
- La fijación de las internas o la solución Romero tienen que ver también con las alianzas que se formen dentro del PJ: ¿acordarán Duhalde y Kirchner? ¿Hay alguna posibilidad de que Carlos Reutemann todavía sea candidato? ¿De la Sota abandona la carrera presidencial? ¿Qué postura adoptarán Rodríguez Saá y Menem? Todos estos interrogantes carecen porahora de respuestas definitivas y por ello el embrollo político parece no tener solución. El cronograma interno del PJ se resume en un congreso que se hará dentro de una o dos semanas y que estará lleno de dificultades. Y allí se fijaría una interna en la que no se sabe si participarán los candidatos y ni siquiera se sabe si finalmente se hará.