EL PAíS › RICARDO COLOMBI SIGUIó CON SU AGENDA DE REUNIONES CON FUNCIONARIOS NACIONALES
El gobernador electo de Corrientes estuvo con Julio De Vido y hoy verá a Cristina Fernández. “Mi responsabilidad es la gestión, gobernar y dar respuestas”, dijo ante las críticas de sus correligionarios. Gerardo Morales amenazó con expulsarlo de la UCR.
› Por Sebastian Abrevaya
“Lo que hicimos fue romper el aislamiento institucional que nos permite hoy empezar a hablar con los funcionarios del gobierno nacional”, se defendió el gobernador electo de Corrientes, Ricardo Colombi, un día después de reunirse con Néstor Kirchner en la quinta de Olivos y adelantar que “Corrientes acompañará la candidatura de Néstor o Cristina Kirchner” en las presidenciales de 2011. El presidente del Comité Nacional, Gerardo Morales, volvió a exigirle que se rectifique, lo amenazó con expulsarlo del partido y consideró que su actitud “es un caso que supera ampliamente al de (Eduardo Lorenzo) Borocotó”. Mientras tanto, el gobernador correntino continuó ayer su presentación formal con los miembros del gabinete nacional y trató de bajarles el tono a sus declaraciones, aunque sin desdecirse.
En una serie de entrevistas, Colombi dio algunas señales para recomponer la situación con la UCR. Dijo que “las cuestiones políticas no tienen nada que ver” con el contacto que anteayer mantuvo con el ex presidente en la residencia de Olivos. El mandatario electo argumentó que “se ha tratado de producir un agrandamiento de la reunión, pero no tiene nada que ver en lo absoluto; mi responsabilidad es la gestión, gobernar y dar respuestas”. La necesidad económica de la administración correntina fue la explicación que utilizó el gobernador para justificar el respaldo al oficialismo.
“Vamos a tener que tomar la máxima decisión, que es la expulsión”, advirtió Morales, acompañado por una comunicado oficial de la Convención radical en el que también le reclamaban una rectificación. Desde el kirchnerismo, salió a defenderlo el gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien lo felicitó por priorizar las cuestiones de gestión por sobre los posicionamientos partidarios. Fue precisamente Scioli quien viajó a Corrientes para apoyar a Carlos “Camau” Espínola, quien resultó electo intendente de la capital correntina. Ayer, Ricardo se reunió con el ministro de Planificación, Julio De Vido, para repasar las obras proyectadas para la provincia mientras que hoy, a las 19, tiene previsto culminar su ronda de presentación con funcionarios nacionales en un encuentro con la presidenta Cristina Fernández.
Más allá de las declaraciones públicas de Colombi y Morales, la clave de la conversación política entre el gobernador y Kirchner no pasó por el respaldo a la candidatura presidencial en 2011. Fuentes oficiales confirmaron que lo importante de esa charla fue la posición que tendrán en el Congreso los legisladores que responden a Ricardo. A partir de diciembre, el oficialismo tendrá una disminución en los integrantes de su bloque y el voto que pueda sumar de eventuales aliados será decisivo en algunas votaciones.
Desde la orgánica radical y el entorno de Colombi niegan, de todos modos, que los diputados correntinos vayan a formar un bloque provincial separado de la UCR. Habrá que esperar hasta la primera votación en la que el kirchnerismo necesite su apoyo para evaluar la forma en que se manejará Colombi. Presisamente el interventor del radicalismo en Corrientes, José Luis Bellia, salió a aclarar que él mismo mantuvo una reunión con los diputados nacionales de la UCR por Corrientes en la que ellos “ratificaron la pertenencia al partido, más allá de lo que haya dicho el gobernador electo”.
Para entender el mensaje de Ricardo Colombi hay que revisar su compleja relación con la conducción del Comité Nacional y con Julio Cobos, además del contexto económico y político de la provincia. El gobernador electo fue uno de los primeros en subirse al barco de la transversalidad cuando manejaba la provincia entre 2001 y 2005. Incluso fue, antes que Cobos, uno de los que sonaban para acompañar a Cristina en 2007. En ese momento, tras dos años de mandato como aliado del kirchnerismo, su primo Arturo rompió el pacto de alternancia en el poder que tenía con Ricardo, quien decidió volver a las filas de la orgánica radical para enfrentarlo.
Al caer la Concertación, Arturo se mantuvo aliado al vicepresidente, quien se convirtió en uno los principales adversarios de Ricardo, casi al mismo nivel que Kirchner.
En la primera vuelta de las elecciones correntinas, Morales ingresa al Comité provincial a apoyar a Ricardo. “¿Venís a decirnos que acordaste con Cobos?”, lo increpó un dirigente cercano al candidato. Morales no le respondió porque todavía estaba dando la batalla interna contra el vicepresidente.
Ahora que Cobos le torció el brazo a la cúpula radical en la pelea por la presidencia del bloque de Diputados, varios dirigentes que acompañaron a los líderes de la autodenominada “resistencia” sienten como una traición el acuerdo sellado con el vicepresidente. “Colombi está respondiéndole a la conducción nacional que se llenó la boca hablando de resistencia contra Cobos y ahora se tiran de palomita al despacho de la presidencia del Senado, codeándose para ver quién es el más cobista”, resumía ayer un radical correntino.
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