La antesala de la elección de autoridades en el Comité Nacional del radicalismo vuelve a poner sobre la mesa las diferencias entre la autodenominada “resistencia”, conducida por Gerardo Morales, y el sector de ex radicales K, liderado por el vicepresidente Julio Cobos. “Si Cobos quiere ser afiliado pleno del radicalismo tiene que renunciar a la vicepresidencia. Yo no le voy a decir cuándo tiene que renunciar. Eso que lo diga él”, repitió una vez más Morales, mientras internamente cuenta sus delegados para sentarse a negociar con el sector del vicepresidente. No es el mejor momento de Morales teniendo en cuenta la actitud de Ricardo Colombi, el gobernador electo de Corrientes que él respaldó y que esta semana se pronunció por la reelección del kirchnerismo. “Todos sabemos que (Colombi) tiene que trabajar codo a codo con el Gobierno, porque es una responsabilidad institucional, pero bueno, tiene que aclarar el contexto de lo que ha molestado”, dijo Cobos, el vice que lidera la oposición desde el Gobierno que integra.

El 4 de diciembre será la elección y hasta ese día los caciques radicales se dedicarán a la puja interna por los cargos partidarios. El objetivo de lograr una “conducción unificada” tiene como punta de partida al nuevo presidente, que será el mendocino Ernesto Sanz, pero hacia abajo todavía está en discusión cómo se repartirá la torta radical.

El presidente del partido se reunió el martes con sus socios Angel Rozas, Mario Negri, Ricardo Alfonsín y Sanz, entre otros, con el objetivo de hacer cálculos y medir fuerzas luego de que el cobismo les propinara una dura derrota en el Congreso Nacional. Desde el sector orgánico dicen tener unos 60 votos de los 104 que integran el plenario de delegados. Sin embargo, hay 12 que estarían afuera de la votación, ya que sus distritos están intervenidos, por lo que el total alcanzaría los 92 votos.

Según esos cálculos, el grupo Encuentro Nacional de Afirmación Radical que conduce Morales aspira a obtener 10 de los 15 cargos, es decir dos tercios de la mesa de conducción. Entre los dirigentes con aspiraciones están el chaqueño Rozas y el cordobés Negri.

De todas maneras, habrá que esperar el avance de las negociaciones, teniendo en cuenta que el cobismo mostró en la Cámara de Diputados que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para controlar el partido y evitar que desde la orgánica radical condicionen políticamente al vicepresidente. Los hombres del vice reclaman que los cargos estén más “equilibrados” e imaginan más un escenario de 8 lugares para la orgánica radical y 7 para ellos. Algunos de los dirigentes con ambiciones de integrar la cúpula del partido por el sector de Cobos son el neuquino Horacio “Pechi” Quiroga y el senador rionegrino Pablo Verani.

La vieja guardia, aliada estratégica de Cobos, también puja por sus lugares entre los 15 elegidos. Enrique “Coti” Nosiglia podría impulsar a Jesús Rodríguez para ocupar un lugar por la Capital Federal. En la reunión del sector orgánico hubo también discusiones en torno de la estrategia interna de cara a las presidenciales de 2011. Un sector mayoritario planteó dejar de confrontar con el vicepresidente y afianzar la relación para desplazar a los miembros de la ex Coordinadora del lugar de privilegio cercano a Cobos.

En ese contexto, las polémicas declaraciones del gobernador electo de Corrientes, Ricardo Colombi, volvieron a enfrentar a Morales y a Cobos. “Si Cobos quiere ser afiliado pleno del radicalismo tiene que renunciar a la vicepresidencia”, repitió Morales.