La Cámara en lo Laboral confirmó que la opositora lista Celeste del gremio de Aeronavegantes debe asumir la dirección del sindicato en lugar de la Verde, que responde al gremialista Ricardo Frecia y se había mantenido en la conducción en medio de una denuncia de fraude. Con el nuevo fallo en la mano, la jueza de primera instancia Beatriz Ferdman se presentará hoy a las 10.30 en la sede del gremio para poner en funciones a la comisión directiva Celeste. Dos intentos anteriores fracasaron, porque el edificio está ocupado por integrantes de la Verde, y ante el pedido judicial de apoyo, la policía, siguiendo instrucciones del jefe de Gabinete Aníbal Fernández, se había negado a desalojarlo. El caso viene generando por esto cruces entre la Corte Suprema y el Gobierno.

Una conflictiva interna en el gremio mantiene enfrentadas a las dos listas desde las elecciones que se realizaron el 6 de diciembre de 2006. La Celeste –integrada por sectores independientes, peronistas, radicales y de izquierda– compitió con la Verde en comicios cuyos resultados fueron impugnados. Los verdes –con Ricardo Frecia a la cabeza– quedaron a cargo del gremio, pero luego de un largo proceso judicial la Cámara del Trabajo proclamó ganadora a la Celeste. El problema fue que dictó su resolución hace apenas un mes, en noviembre pasado. Los verdes argumentaron que habían pasado tres años y el mandato de los celestes ya había vencido.

Lo que volvió más complicada toda la situación fue que el fallo que reconoció como ganadores a los celestes se conoció cuando se estaban realizando nuevas elecciones para renovar la conducción de Aeronavegantes. Aunque la Justicia ordenó suspender las elecciones, la lista Verde siguió adelante y consiguió que un juez de Lanús los reconociera como ganadores.

En el fallo de ayer, los camaristas intentaron poner fin a varios de los puntos en polémica. Por un lado, señalaron que el mandato de los celestes no está terminado: no puede concluir lo que no comenzó, dijeron sobre este tema.

Por el otro, aclararon que la resolución del juez de Lanús no puede ponerse por encima de lo decidido por jueces de la Nación, máxime en temas en los que estos últimos tienen competencia.

Los camaristas –la Sala IV está integrada por Héctor Guisado, Oscar Zas y Estela Ferreirós– señalaron además: “El derecho a sindicalizarse y elegir sus representantes es un derecho humano y en todo derecho humano hay un fundamento primero y final del mismo, que es la dignidad del hombre”. Y concluyeron que “en el territorio de los derechos sociales, su objeto no son los bienes, sino la existencia de una relación digna, que permita luego la adquisición de esos bienes”.

Luego de la asunción, los integrantes de la Celeste deberán definir si llaman a elecciones internas de inmediato o esperan seis meses. La delegada Viviana Juri anticipó que una de las primeras cosas que quieren hacer es “limpiar los padrones y afiliar a todas las personas que ellos no dejaron, para poder llamar a elecciones, que fue el compromiso tomado”.

La decisión de la Cámara del Trabajo deja a la Lista Verde una última instancia de apelación ante la Corte Suprema, pero que según los abogados laboralistas no tendría grandes chances de prosperar. El conflicto se terminará dirimiendo, así, en las próximas elecciones internas. Este es el único punto en que las dos listas parecen coincidir, aunque cada una pretende para sí el derecho a convocar a las elecciones.

La pelea en el gremio disparó además un conflicto de poderes, con cruces entre la ministra de la Corte Carmen Argibay y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Argibay cuestionó que el Ejecutivo no hiciera cumplir las órdenes de los jueces. “Si suprimimos la Justicia volvemos a la ley de la selva, cada cual hace justicia por mano propia”, se quejó. Por su parte, Fernández sostuvo que había recibido dos fallos contradictorios, el de la Justicia del Trabajo y el del tribunal de Lanús, por lo que no había forma de cumplir con la Justicia.

En este punto, la semana pasada la Cámara de Apelaciones había suspendido el desalojo dispuesto por la jueza y llamó a las partes a una audiencia de conciliación que terminó sin acuerdos. Finalmente ayer, los mismos camaristas le dieron al tema una salida más expeditiva.