La cruzada judicial de ciertos grupos mediáticos contra la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una ofensiva que ya logró varios fallos en contra de la aplicación de la nueva normativa, recibió ayer otra fuerte respuesta pública desde el oficialismo. Esta vez la réplica llegó de la mano del propio Néstor Kirchner. “Ahora en esta batalla están tratando de impedir el funcionamiento de la ley de medios. Si los jueces fallan como ellos quieren, está bien, pero si fallan en otro sentido, son corruptos. El sueño de este grupo sería proscribirnos a algunos para evitar que se profundice el proceso”, dijo ayer Kirchner al cerrar el plenario del Movimiento Evita en la localidad de Vicente López.

El plenario del Movimiento Evita reunió a doscientos militantes, cuadros y dirigentes de la agrupación que encabeza Emilio Pérsico en el gimnasio del club Obras Sanitarias de Vicente López. Kirchner llegó al polideportivo acompañado por la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el secretario de Inteligencia, Héctor Icazuriaga; y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. En las instalaciones del club lo recibieron Pérsico y el diputado bonaerense Fernando “Chino” Navarro, de la mesa de conducción del Evita. Ambos antecedieron a Kirchner en el uso del micrófono. Kirchner fue recibido con fervor por un gimnasio abarrotado por militantes de todas las edades, desde las gradas se hacían notar los miembros de la JP Evita (“Llora la Gorda Carrió/el Colorado también/Néstor va a volver/con la Jotapé”, cantaba una y otra vez la barra).

De saco y corbata a pesar del calor y de la proximidad con una multitud también agobiada, Kirchner se las ingenió para entusiasmar rápidamente al auditorio. “La Argentina tiene que defenderse de la desestabilización de algunos empresarios, como Clarín y Magnetto”, advirtió. Según el ex presidente, ese multimedio estaría enviando gente “del neoliberalismo a cuanto medio o institución puede para decir que la Argentina va al default y no va a poder cumplir con sus pagos”. Incluso ayer Kirchner llegó a nombrar al abogado Emilio Cárdenas, ex embajador ante la ONU del menemismo, como uno de los hombres que estarían cumpliendo esa función. Tras esas palabras con tono de denuncia, Kirchner defendió la implementación del Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento. Dijo que el Gobierno estaba logrando seguir desendeudando a la economía.

“Decían que no íbamos a poder pagar y hoy la relación entre la deuda y el producto es mucho menor a la de 2003. En 2003 era de 162 por ciento, hoy es de 42 por ciento. Y además, con las asignaciones por hijo, la pobreza se fue a la mitad y la indigencia estará en 2 por ciento según consultoras privadas”, dijo. Kirchner se mostró optimista. “El 28 de junio perdimos por muy poco, pero fuimos la primera minoría en el país. Eso no fue una derrota. Derrotas fueron la de 1955 y la de 1976. Y si fuimos capaces de remontar terribles procesos como los del ’55 y del ’76, mucho más lo haremos con una simple anécdota como la del 28 de junio, a la que algunos querían transformar en elemento paralizante de las políticas. Que vayan sabiendo que estamos construyendo las nuevas auroras de victoria para consolidar los triunfos que se vienen”, vaticinó.