Entre insultos y corridas, Mauricio Macri descubrió que los estudiantes no son los únicos que reciben huevazos en diciembre. El jefe de Gobierno y la simpatizante de la pena capital Susana Giménez fueron ayer blanco de un ataque sorpresa a la salida de un acto en Flores, lo que desató varios rechazos, pero también reclamos contra las políticas sociales del macrismo.

Macri y la diva habían asistido a un acto en el Bajo Flores, en una recorrida por la Casa de las Madres del Paco, un centro de tratamiento de adictos. Parecía un acto oficial más, con risas y flashes, pero cerca del mediodía se toparon con un imprevisto.

Un grupo de manifestantes de la agrupación Martín Fierro que esperaba por el jefe de Gobierno lo identificó a la salida del lugar y comenzó a arrojar huevos. Uno de ellos le dio en un brazo a la diva de los teléfonos. Otros llovieron sobre el mandatario. “Se trató de un solo huevo arrojado sobre Macri”, precisó su vocero, Iván Pavlovsky.

Pronto comenzaron a llegar los repudios. El actual vicepresidente del PRO, José Torello, dijo que se trataba, apenas, de “un grupo de inadaptados” que “desprecian el trabajo tan loable de estas madres”. Le siguió el diputado Francisco de Narváez, para quien “acciones como ésta no hacen más que poner de manifiesto la intolerancia de sectores que buscan marcar y profundizar diferencias en el seno de nuestra sociedad”. También envió su repudio el senador del Frente para la Victoria Daniel Filmus.

La agrupación responsable mandó un comunicado en donde justificó la acción por el incumplimiento de las promesas de campaña. Sostuvieron que en Flores “cada vez faltan más insumos en la salita, no hay vacantes en los jardines, las escuelas no están equipadas y no se han hecho viviendas nuevas”. Por eso, “si Macri quiere volver al barrio deberá solucionar nuestros problemas”, mientras que, “si sólo busca una foto, esto que pasó en nuestro barrio le va a comenzar a pasar en todos lados”.

Por último, aclararon que todos los huevos iban para Macri y no para Susana, de quien lamentaron el mal momento que pasó. “Valoramos el enorme esfuerzo que hacen las Madres contra el Paco para luchar por los pibes y no tenemos ningún tipo de problema con Susana Giménez.”

No es la primera vez que el jefe de Gobierno se ve obligado a lidiar con huevazos. En junio, en el cierre de campaña, estudiantes secundarios encolerizados ya lo habían corrido al grito de “¿Dónde están las becas?”. Para varios sectores, Macri no aprueba, pero igual liga como egresado.