Julio Cobos y Eduardo Fellner serán los negociadores para tratar de definir la integración de la Comisión Bicameral Permanente de Control sobre los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que dicta el Gobierno. En medio de la disputa por el manejo de la Bicameral, en el kirchnerismo avanza la idea de sellar un “acuerdo político” con la oposición y hasta evalúan la posibilidad de ceder su presidencia aunque con algunas condiciones: que los 16 puestos de la comisión sean repartidos en partes iguales entre ambos bandos y que su conducción “no quede en manos de gurkas”, como califican a algunos “opositores a ultranza”. Dentro del conglomerado que aglutina a casi todas las bancadas de la oposición insisten en su reclamo de acumular más asientos que los K en la comisión y aseguran que desconocen la existencia de negociaciones.

En el encuentro del martes por la noche en su despacho, Cobos coincidió con Fellner en la predisposición para lograr un acuerdo que ponga en funcionamiento la comisión, una facultad que la ley confiere a los presidentes de ambas Cámaras. Allí acordaron en forma tentativa convocar a la bicameral el miércoles de la semana próxima. Antes se realizará una ronda de consultas y ambos se comprometieron a estar el lunes en el Palacio Legislativo para evaluar los resultados.

En tanto, el kirchnerismo evalúa cómo cerrar el conflicto sin necesidad de confrontar fuerzas en el recinto y tener que afrontar otra derrota política. Incluso, no descarta ceder la presidencia de la bicameral “en el marco de un acuerdo político”. “Es una posibilidad dentro de una negociación que aspiramos que se resuelva de manera prudente y sensata”, admitieron ante la consulta de Página/12 los colaboradores más cercanos de una de las espadas parlamentarias K en la Cámara baja. Pero también le pusieron límites a la propuesta: “Ojo, no vamos a aceptar que la bicameral quede en manos de un gurka”. En el oficialismo empezaron a distinguir entre sus adversarios a los que tienen una “mayor predisposición negociadora” de los que “sólo buscan rédito político”.

La posibilidad de un acuerdo se topa con la intransigencia de ambos lados por las sillas a ocupar en la comisión. Con la firma de Ricardo Gil Lavedra (UCR), Patricia Bullrich (CC), Federico Pinedo (PRO) y César Albrisi (PJ disidente), la oposición le reclamó a Fellner que “revea” la designación de los diputados que integrarán la comisión, en la que repartió la representación en partes iguales: cuatro para el oficialismo y cuatro para la oposición. Radicales, cívicos, macristas y peronistas disidentes quieren cinco de los ocho asientos asignados a la Cámara baja.

Los K afirman que la proporcionalidad que reclaman los opositores “no se ajusta a la realidad”. “Estamos más cerca del cuatro a cuatro que del cinco a tres”, insisten. El bloque oficialista en el Senado redobló la apuesta: quiere cinco de los ocho lugares reservados a los senadores. El propio Cobos le salió al cruce: “Debe ser cuatro a cuatro”.

“Vamos a insistir con el reclamo que acordaron los bloques de la oposición: nos corresponden cinco lugares”, afirmó Bullrich. “Puede ser una solución, si la oposición preside la comisión, que ya debe estar en funcionamiento y expedirse sobre el fondo creado por la Presidenta para pagar deuda externa con reservas del Banco Central”, dijo a este diario Gil Lavedra, quien negó conocer “los términos de la negociación que pudieron haber comenzado Cobos y Fellner”.