El ex intendente de Pinamar Roberto Porretti, que debió abandonar su cargo tras un escándalo por presunto cobro de sobornos, podrá ocupar su banca de concejal de esa localidad costera luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires ordenó ayer al Concejo Deliberante local que le tome juramento. Porretti resultó electo en las elecciones del 28 de junio pasado, pero el Concejo le impidió asumir alegando la “falta de idoneidad moral para ejercer el cargo” del político.

En el fallo, el máximo tribunal provincial hizo lugar a una medida cautelar presentada por el ex intendente contra la resolución de los concejales de Pinamar que no le permitieron asumir el 10 de diciembre. Con los votos de los jueces Hilda Kogan, Héctor Negri, Eduardo de Lazzari, Juan Carlos Hitters y Daniel Soria, la Suprema Corte ordenó que Porretti cumpla con el rol para el que fue electo “hasta tanto se defina la cuestión de fondo” y además resolvió que se disponga lo necesario para que cese en su cargo el concejal que asumió en su reemplazo. Porretti había recurrido a la Justicia para objetar un “manifiesto abuso de poder” por parte del Concejo Deliberante al no permitirle ocupar su banca.

En febrero de 2008, dos empresarios, dueños de un boliche bailable, acusaron a Porretti y a su secretario de Gobierno, Aldo Leonián, de haberles pedido una coima de 400 mil pesos para no cerrarles el local. Para probarlo, presentaron un video tomado por una cámara oculta que tuvo pronto una rápida difusión en los medios nacionales. Luego de estar prófugo casi dos meses, el entonces intendente (que ínterin fue suspendido y luego destituido por causas ajenas a este caso) se presentó ante la Justicia y estuvo detenido 26 días. Finalmente, fue sobreseído en esa causa por el juez de Garantías de Dolores Gastón Giles. Porretti había llegado a la jefatura comunal de la mano del Frente para la Victoria, y reemplazó a Blas Altieri, el cacique que había gobernado Pinamar durante 16 años.